| La Nación |
Mientras en la UDI la mesa insiste en que ayudará a que se configuren todos los liderazgos partidarios para escoger antes de 2008 a la carta presidencial gremialista, en RN el timonel Carlos Larraín aclaró que su colectividad tiene un solo abanderado y que la cúpula de la tienda no pretende instalar a otras figuras para que compitan por el sitial de candidato con Sebastián Piñera.
Larraín subrayó -ante la sugerencia de parlamentarios a la portavoz Lily Pérez de que evalúe una candidatura a La Moneda- que no es lógico para RN, frente a la alta votación obtenida por Piñera en 2005 y su buena valoración pública, potenciar a otros “presidenciables” y calificó como “torpe” que se levanten nombres alternativos al del empresario.
“Es un poco torpe cuando hay una persona con la ventaja de Sebastián Piñera, crear maniobras distractivas. Yo no soy partidario de que surjan candidaturas porque hay una muy nítida”, sentenció tajante el presidente de RN a La Nación.
El concejal por Las Condes agregó que esto no significa que se vaya a “torpedear” desde la cúpula a los eventuales contendores de Piñera, sino que se trata de actuar con realismo político frente a la clara preeminencia del ex postulante, que tiene camino recorrido y el respaldo de las bases de la tienda.
“Si hay alguno que quiera ofrecerse y decir ‘mire, yo soy capaz’ y probar, allá él o ella. Respecto de Lily Pérez, yo hablé con Lily el asunto y ella me dijo que no tiene ningún interés en ser candidata presidencial y que recibió la visita de parlamentarios para ser alcaldesa de Santiago”, manifestó.
El surgimiento del nombre de Pérez como precandidata causó malestar en el entorno de Piñera, principalmente porque el dueño de Lan está concentrado en enfrentar a sus rivales de la UDI –la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, y el senador Pablo Longueira- y no quiere desgastarse en disputar además su privilegiada posición interna.
Junto con estos reparos está el temor de que la apertura de la cancha en RN traiga como efecto colateral la irrupción de más aspirantes, específicamente del senador Andrés Allamand, muy cercano a la actual dirigencia y que desde sus tiempos de promesa innovadora de la derecha tiene en la mira el sillón presidencial. Su retorno al Senado y el protagonismo que ha adquirido en la discusión de proyectos como la ley de subcontratación lo pone en una buena posición para confrontar en Renovación a Piñera, algo que el empresario no quiere que ocurra y que, por ahora, la directiva no está dispuesta a validar.
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