La bioética es una ciencia que estudia la vida a la luz de los valores morales. No es una ciencia religiosa, es un estudio de la razón. Dejando de lado aspectos religiosos en la toma de decisiones, solo debe quedar la razón, y la razón se manifiesta en múltiples ciencias, como la bioética, la que busca siempre dar la mejor respuesta a las incógnitas humanas, basándose en la moral, la ética y la razón humana.
"La bioética es una ciencia que estudia la vida a la luz de los valores morales. No es una ciencia religiosa, es un estudio de la razón, se estudia basado en la razón y no en la religión", señala la licenciada Marcela García de Tortoriello, bioetista y tanatóloga de este Instituto de Tanatología de Monterrey, donde imparten cursos al respecto.
"Una persona es digna por el simple hecho de ser persona y merece ser tratada como tal".
La tanatología, como la bioética, son ciencias en común y que se apoyan, ya que ambas están a favor de la vida, por lo que, hablando de eutanasia, es importante saber lo que esta ciencia considera.
Cuando las decisiones se muestran complicadas, la tanatología recomienda hacer uso de la bioética, la cual es una ciencia que echa un poco de luz en este asunto.
"La eutanasia se tiene que situar a nivel de las intenciones, no podemos hablar de una eutanasia sin hablar de una intencionalidad, y hay muchas divisiones.
Cuál es mi intención en yo practicarle algo a un enfermo", o cual es mi intención en recurrir a esta opción.
"La eutanasia también se sitúa a nivel de los medios, cuáles son los medios que yo voy a utilizar: si este paciente está muy grabe y necesito hacerle un tratamiento, tal vez ese medio lo va a llevar a la muerte, pero como la intención era otra, esa no era la intención de llevarlo a la muerte ni un medio buscado para tal cosa", agrega la licenciada Marcela Garza de Tortoriello.
Entre la eutanasia activa y pasiva, como se ha señalado dependiendo de los tipos de acción, la diferencia está en el hacer y dejar de hacer.
"En la eutanasia activa, como su nombre lo dice, es en la que yo actúo directamente aplicándole para que muera pronto, y la pasiva es dejando de actuar, quitándole todos los medios, incluso los básicos, obviamente la muerte viene y la intencionalidad es que muera".
La eutanasia es una postura extrema, la de buscar la muerte, sin embargo tiene su postura opuesta la que se conocida como "Encarnizamiento Terapéutico".
"Hay dos posturas extremas, una es esta, el "Encarnizamiento Terapéutico", que es salvaguardar la vida a toda costa.
Se ve cuando existe una persona a la que, médicamente hablando, ya no hay nada que hacerle, y sin embargo se siguen tomando medias desproporcionadas e invasivas", ese, comenta la licenciada de Tortoriello, es el extremo de querer que la persona viva a toda costa y eso, éticamente hablando, no está permitido.
"Estos son los polos opuestos, el primero porque ya quiero que termine y el segundo porque no quiero que termine, ninguno de los dos extremos es válido", sin embargo, señala la licenciada Marcela Garza, "sí es valido y es ético retirar todos los medios desproporcionados e invasores a un enfermo, estamos hablando de un enfermo en fase terminal, donde ya no hay más que hacer, ya no necesitas llenarlo de tanta cosa porque la muerte ya viene".
Todo esto pensando siempre en la calidad de vida que un paciente puede tener ante la espera del final de su vida.