"Dime quién eres y te diré cómo consumir". Tal parece ser el lema de los personal shoppers, empresas o individuos que orientan sobre qué y dónde comprar mejor en Argentina. Si bien llegan a cobran sumas en dólares (más aptas para turistas que para locales), estos asistentes de compras son cada vez más numerosos. Si hace un año había apenas un puñado personal shoppers en Argentina, ahora pueden hallarse más de un centenar por internet. Esto se debe a que en los últimos años ha habido un notorio aumento del consumo y del turismo en el país, además de una creciente preocupación de los argentinos por su imagen. "Yo recibo a clientes extranjeros y locales, y ellos me contratan por al menos tres horas", explica a BBC Mundo la "personal shopper" Florencia Gadea. "Mi tarea consiste en asesorarlos para comprar lo que piden, es decir, cuál es el mejor producto y dónde se puede adquirirlo a un buen precio". En general, los que recurren a los asesores de compras buscan ropa, zapatos, carteras y productos artesanales, a veces para ellos mismos y a veces para realizar regalos empresariales o particulares. "Es gente que consume mucho y que exige calidad y originalidad. En el caso de la indumentaria, por ejemplo, suelen pedir ropa de nuevos diseñadores, no de marca", cuenta Samantha Suero, de la pequeña firma Guipers. "Los argentinos son particulares", añade Gadea. "Quieren poseer lo que no tienen los otros, ser únicos, ir a una fiesta y que nadie esté vestido como ellos". Tour de compras Frecuentemente los personal shoppers recogen a los clientes en su domicilio o en el hotel donde se alojan, o acuerdan encontrarse en una zona comercial, y los llevan a negocios con los que ya tienen acuerdos. Una de las áreas más visitadas de Buenos Aires es el barrio de Palermo. | En los últimos años ha habido un notorio aumento del consumo y del turismo en el país, además de una creciente preocupación de los argentinos por su imagen. | "Los turistas muchas veces quieren ver los talleres donde se confeccionan los productos y esto es algo que nosotras incluimos en el tour de compras", dice Valeria Mendoza, también de Guipers. Según los personal shoppers consultadas por BBC Mundo, entre los clientes parecen predominar las mujeres. Es que los hombres suelen ser más reticentes a mostrarse con un asesor de compras. "Para algunos varones es un papelón que alguien los oriente en público. Es más, a veces ni los acompaño a comprar. Me dicen: 'Necesito esto; vos mirá y decime adónde voy', y ellos después van solos", confiesa Gadea. El servicio de los "personal shoppers" no es barato. Algunos cobran hasta US$20 por hora y otros más de US$30 por jornada. Los clientes, usualmente de clase media o alta, no sólo pagan esos honorarios sino que además gastan un promedio de US$500 cada vez que salen de compras. Asesores de imagen En algunos casos, los personal shoppers actúan también como asesores de imagen. De modo que antes de recomendar productos a un consumidor deben conocer su perfil. | Lo bueno de los personal shoppers es que uno gana en comodidad y tiempo. Lo malo es que hay que pagar por el servicio, unos US$30. Si a eso sumo los US$300 que gasté en ropa, es bastante | "Es difícil y hay poco tiempo para investigar al cliente. Antes de salir de compras se le piden fotos y se le pregunta cómo se viste, a qué lugares le gusta ir y cuál es la gastronomía que le agrada", explica Gadea. Y advierte: "Nosotros lo ayudamos a verse bien, intentamos levantarle la autoestima con la imagen. Pero tenemos que mantener cierta distancia, porque no somos psicólogos". Para conocer la experiencia de quienes contratan los servicios de los personal shoppers, BBC Mundo habló con María Flores Arata, una joven de la provincia de Córdoba, en el centro del país. María se mudó recientemente a Buenos Aires, donde empezó a trabajar en un banco. Desorientada sobre cómo vestirse en el nuevo ámbito laboral, contrató a dos asesoras de compras. "No sabía qué hacer y recurrí a ellas para que me orientaran. Me llevaron a varios negocios para ver ropa, zapatos y carteras, y en tres lugares conseguí todo lo que necesitaba". "Lo bueno de los personal shoppers es que uno gana en comodidad y tiempo", continúa María. "Lo malo es que hay que pagar por el servicio, unos US$30. Si a eso sumo los US$300 que gasté en ropa, es bastante". Con pros y contras, el mercado de los asesores de compras en Argentina parece destinado a crecer en los próximos años. Los observadores creen que, si la economía sigue tan saludable como hasta ahora y los turistas siguen llegando en gran número, los personal shoppers se volverán un rostro frecuente en los circuitos comerciales del país. |