Euro: ¿desplaza al dólar como moneda de reserva mundial?
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Recibido al principio con escepticismo, el euro se transformado en un apreciado medio de pago en el mundo y podría desplazar pronto al dólar como moneda de reserva.
El euro tuvo que soportar muchas burlas antes de ser introducido en los primeros 11 países europeos. Muchos le auguraron un rápido fracaso. Sin embargo, hoy en día, tiene valor y fama mundial, éxito que se debe principalmente a la labor de su guardián, el Banco Central Europeo (BCE), que el día uno cumple 10 años.
Su cumpleaños será celebrado por todo lo alto el lunes en Fráncfort con una reunión de los ministros de Finanzas del Eurogrupo, presidida por la canciller alemana, Angela Merkel.
Ciertamente hay éxitos que celebrar. Las tiendas de Nueva York aceptan euros en vez de dólares. La modelo brasileña Gisele Bündchen recibe sus honorarios en euros. En los últimos 10 años, los europeos han convertido a su moneda en el símbolo internacional de su poder económico.
Jean-Claude Trichet, presidente del BCE: controlar la inflación.El BCE es el principal banco de emisión del mundo junto a la Reserva Federal (banco central) estadounidense y la moneda común europea, utilizada desde el Polo Norte hasta el Mediterráneo, una fuerte divisa que goza de la confianza de la población, satisfecha de poder viajar a 16 países sin necesidad de cambiar su dinero.
El guardián del euro ha recibido los elogios de políticos y expertos que han visto que en tan sólo una década, se ha logrado con éxito un experimento sin precedentes: implantar una divisa única en varios países muy diferentes.
Convergencias y divergencias
Sin embargo, el BCE, que se ha caracterizado en estos años por llevar a cabo una política monetaria muy prudente, atraviesa tiempos difíciles. Las diferencias económicas y de inflación en los 15 países del euro aumentan constantemente en los últimos tiempos.
Así, mientras Alemania resiste las turbulencias en los mercados financieros y el enfriamiento de la economía mundial, algunos países del sur de Europa, como España e Italia, viven una profunda desaceleración.
Eslovenia, el más nuevo en el club, registraba en abril una tasa de inflación de más del seis por ciento, mientras que Holanda, con un nivel del 1,7 por ciento, disfruta de una gran estabilidad de precios.
El BCE sólo puede establecer una tasa de interés para todos los países, algo que puede profundizar seriamente las diferencias entre ellos.
Ataques del frente político
Además, la autoridad monetaria europea tiene que hacer frente a ataques políticos. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, reitera con frecuencia que el valor del euro es demasiado alto. En su exigencia de bajar los tipos de interés ha encontrado un aliado, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Jean-Claude Trichet, presidente del BCE desde hace casi cinco años, se defiende de las críticas asegurando que su máxima misión es "garantizar la estabilidad de precios" y mantener la inflación por debajo del dos por ciento. Para ello asegura que el Consejo de gobierno "vigila de cerca" todos los movimientos de los mercados.
Aunque el BCE casi no ha logrado esa ambiciosa marca desde 1999, sobre todo como consecuencia de los altos precios del petróleo, se sabe que el euro es más estable que el mercado. "El euro es un éxito", repite con frecuencia el banco en Fráncfort y la Comisión de la Unión Europea.
Los problemas de la heterogeneidad
Pero la entidad bancaria aún tiene por delante su mayor prueba. La unidad monetaria se está haciendo cada vez más heterogénea. A los 11 primeros países se incorporaron más tarde Grecia, luego Malta y Chipre y recientemente Eslovenia.
En enero de 2009 ha de aliarse el decimosexto país, Eslovaquia. "Cuando países en transformación como Polonia, la República Checa y Hungría adopten el euro, la unión monetaria se separará", según el economista alemán Manfred Jäger, del Instituto de la Economía Alemana (IW).
Sin embargo, no todos lo ven tan negro y la mayoría confía en la estabilidad de esa divisa. En el año 2000 la moneda única europea cayó hasta un valor mínimo de 0,82 dólares. Hoy su cotización oficial alcanza los 1,60 dólares y asusta a los exportadores.
También la economía europea ha sacado mucho provecho de su divisa. El comercio en los países del euro ha aumentado un 10 por ciento y se han creado 16 millones de empleos (unas cinco veces más que la media registrada en los años anteriores).
A nivel internacional se ha convertido en una divisa clave y según el ex jefe de la Reserva Federal estadounidense Alan Greenspan, "es imaginable que pueda relevar al dólar en su papel de divisa reserva más importante".
dpa