Fin de la obligatoriedad del sufragio genera discrepancias
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Senador Sergio Romero, Región de Valparaíso |
Tras un intenso debate sobre la reforma constitucional que establece la inscripción automática en los registros electorales y la voluntariedad del voto, la iniciativa quedó pendiente para mañana.
El término de la obligatoriedad del sufragio que actualmente está establecido en la Constitución Política, es el aspecto central que divide a los senadores frente al proyecto de reforma constitucional que consagra la voluntariedad del voto y la inscripción automática en los registros electorales.
Así quedó de manifiesto tras la intervención de 10 senadores en la sesión de Sala de esta tarde, oportunidad en la que se inició la discusión en general de esta iniciativa que cumple su primer trámite y que fue originada en una moción de los senadores Alberto Espina, Antonio Horvath, Sergio Romero y el ex senador y actual ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo.
Si bien existe un amplio consenso en torno a dar por inscritos automáticamente a los jóvenes cuando cumplan 18 años postura que no comparten los senadores de la UDI-, hay diferencias transversales respecto a la voluntariedad del voto.
Esto debería zanjarse en la sesión de mañana, pues existe una petición de los senadores de la Democracia Cristiana, partidarios del voto obligatorio y de la inscripción automática, en orden a remitir nuevamente el proyecto a la Comisión de Constitución para evaluar una fórmula que permita aprobarlo en general.
Intervinieron en la sesión de hoy los senadores José Antonio Gómez, Soledad Alvear, Carlos Ominami, Alberto Espina, Sergio Romero, Juan Pablo Letelier, Juan Antonio Coloma, Guillermo Vásquez, Mariano Ruiz-Esquide y Jorge Pizarro
REFORMA ESENCIAL
Al momento de informar el proyecto, el senador Gómez, explicó que dada la importancia de esta reforma la Comisión de Constitución realizó un exhaustivo análisis en el que consideró una serie de estudios sobre la desafección de los jóvenes en los procesos eleccionarios, los efectos que tendría el voto voluntario y la factibilidad de la inscripción automática, entre otros. Agregó, que aunque el texto consta de un solo artículo, se debe votar en general y luego en particular pues aborda dos materias distintas.
En virtud de esto último, la senadora Alvear solicitó que la iniciativa vuelva a la Comisión de Constitución, pues aunque comparte la inscripción automática en los registros electorales, es partidaria de mantener la obligatoriedad del voto como el mínimo deber que tienen que ejercer los ciudadanos. Por ello, para no verse en la obligación de votar en contra de la idea de legislar solicitó que sea remitida a esa instancia legislativa para un nuevo análisis.
Una opinión similar manifestó el senador Ominami quien junto con considerar que el proyecto está planteado de manera confusa, señaló que es partidario de mantener la obligatoriedad del voto, pues considera que en un país como Chile la voluntariedad del sufragio puede generar la deslegitimación de las autoridades y una fuerte disminución de la participación electoral.
En contraposición, el senador Espina señaló que una de las ventajas del proyecto es que al establecer la inscripción automática se posibilita que los cerca de 4 millones de personas que no participan en las elecciones, puedan hacerlo sin mayores trámites. Respecto al sufragio, dijo que éste en la práctica es voluntario, pues en todas las elecciones se han dictado leyes de amnistía para quienes no concurren a las urnas. Recalcó que esta disposición obligará al sistema político a modernizarse y a ganar la confianza de los jóvenes y los electores.
En tanto, el senador Romero dijo que es ineludible modernizar el sistema electoral chileno cuyo padrón electoral se encuentra vergonzosamente estancado en 8 millones de personas. En tal sentido, hizo un llamado a dejar de lado los cálculos electorales y los trajes a la medida para avanzar en la inscripción automática y la voluntariedad del voto.
A su turno, el senador Letelier valoró la propuesta y aunque se mostró partidario de la inscripción automática, considera que el voto debe ser obligatorio pues los ciudadanos no sólo tienen derechos sino que también obligaciones. No obstante considera que la voluntariedad del sufragio es un tema que debe ser abordado en una ley y no en la Constitución.
Una opinión similar manifestó el senador Ruiz-Esquide quien es partidario de mantener la obligatoriedad del voto, pero terminar con las trabas de la inscripción en los registros. Agregó que no estima que con ello se limite la libertad de optar de las personas pues el compromiso con el entorno y la comunidad es parte fundamental de la democracia.
POSTURA CONTRARIA
Por su parte el senador Coloma manifestó su oposición a esta reforma constitucional argumentando que el voto no sólo es un derecho sino que un deber ciudadano y porque el sistema de inscripción electoral que tiene a su cargo el Servicio Electoral es sinónimo de plenas garantías para los procesos eleccionarios. Agregó que aún cuando se deben realizar cambios para mejorar la calidad de la política, ello pasa por aumentar las opciones y modificar las conductas de los actores políticos.
Una opinión distinta manifestó el senador Vásquez quien señaló que el principal mérito de esta reforma es que quiebra el actual esquema tendiente a impedir la inscripción y por ende la no participación. No obstante, a su juicio la obligatoriedad del voto es un tema que debe ser discutido en la ley.
Por su parte el senador Pizarro dijo que antes de discutir sobre estos temas es fundamental abordar en profundidad los cambios al sistema electoral binominal, que a su juicio, es el principal cuello de botella para impedir la participación ciudadana en los comicios y el desarrollo de ideas y nuevos movimientos. En tal sentido hizo un llamado al gobierno a promover un debate completo en esta materia.
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