EJERCITO SE RINDE ANTE PRESIONES POLITICAS
General Santelices dejó oficialmente la guarnición de Santiago
El ex militar se refirió a los hechos ocurridos en 1973 que lo vinculan al caso Caravana de la Murte, explicando que él debió cumplir disciplinadamente órdenes superiores.
Francisco Aguila A.
Gonzalo Santelices.
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Alrededor de las 11 horas de hoy, el ahora renunciado general Gonzalo Santelices Cuevas encabezó el cambio de mando de la jefatura de la Guarnición Militar de Santiago, cargo que abandonó luego de las presiones de parlamentarios de la Concertación y agrupaciones de derechos humanos que exigieron su salida, debido a que se le involucrado en el caso Caravana de la Muerte.
El militar, vestido de uniforme en tenida de salida, hizo entrega de una declaración pública, tras la cual no aceptó preguntas.
Durante la lectura del documento, Santelices se refirió a los hechos ocurridos en 1973, explicando que en esa fecha tenía 20 años y debía cumplir disciplinadamente las órdenes de sus superiores. En la causa en que el ahora renunciado uniformado está implicado, obedecía los dictámenes del general (r) Sergio Arellano Stark.
Al respecto, Santelices explicó que en el Ejército se cultiva en forma permanente aspectos relacionados a "la disciplina, la obediencia, el cumplimiento del deber". "Por ello, a quienes se forman como oficiales de Ejército en la Escuela Militar, se les instruye con especial profundidad respecto al cumplimiento del deber y de las órdenes como base fundamental de la disciplina", afirmó.
Sobre este punto, Santelices explicó que el incumplimiento de una orden impartida por una autoridad legalmente investida, estaba sancionado con la pena de muerte, en virtud a los establecido por el código militar. De acuerdo a ello, el general (r) sostuvo que "era impensado no cumplir una orden de un superior", intentando, de este modo, argumentar la participación que tuvo en la muerte de 14 presos políticos en Antofagasta, ocurrida el 19 de octubre de 1973. En esa fecha, Santelices tuvo que subir a los detenidos a un camión y trasladarlos -vendados y con las manos amarradas a la espalda- desde la cárcel de la ciudad nortina hasta la pampa, donde fueron fusilados por la comitiva encabezada por Arellano Stark.
"Mi actuar se ajustó al cumplimiento de las órdenes recibidas, en el lamentable contexto histórico que conocen quienes vivieron aquella época", expresó Santelices.
El ex uniformado, además, calificó como "lamentables, dolorosos y repudiables acontecimientos" los hechos que enmarcaron el caso al cual se le ha vinculado. No obstante, el ex militar subrayó que a pesar del "impacto" que vivió en 1973, de todas formas se propuso "trabajar firmemente en el Ejército en pro de la enseñanza de los valores y principios".
NO AFECTAR AL EJÉRCITO
Tal como había adelantado hoy La Tercera, el ex militar argumentó que su renuncia responde al propósito de no involucrar al Ejército en la causa que se tramita en los tribunales de Justicia.
"He presentado mi renuncia como consecuencia del carácter e interpretación que se ha dado a la declaración judicial que presté ante el minsitro Juan Guzmán Tapia, generándose una situación que, en definitiva, afecta al Ejército", sostuvo.
Asimismo, el ex uniformado dijo que "me resulta incomprensible y doloroso este virulento ataque que se hace a través mío al Ejército, que, en definitiva, puede causar un grave daño a Chile, porque el odio sólo engendra odio".
Santelices manifestó, además, que "no puedo pretender que la situación que me alude en el ejercicio de las que fueron mis responsabilidades -siempre apegado a las leyes y reglamento vigente- pueda afectar a una institución para desarrollo y vida nacional".
En paralelo a la oficialización de la renuncia, en el edificio de calle Zenteno se efectuaba una diligencia judicial a cargo del ministro Héctor Solís, quien se encuentra interrogando a dos militares que estarían involucrados en el caso Paine.