Martin Varsavsky en una imagen tomada en el edificio de la Bolsa de Madrid hace ocho años. (Foto: J. L. Pino/EFE)
17 de diciembre de 2008.- Después de haber desarrollado empresas en Estados Unidos entre 1985 y 1995, y en Europa desde el 95 hasta ahora, y aún operando en los dos mercados, creo que tengo suficiente experiencia para ofrecer a mis lectores un comentario que puede ser de utilidad sobre las grandes diferencias que existen a la hora de crear una empresa en USA y en Europa, así como también algunas sugerencias sobre cambios que deben ocurrir en España para que florezca la actividad emprendedora y salgamos antes de la crisis.
Europa puede ser genial para un emprendedor en tecnologías norteamericano (yo tenía la nacionalidad norteamericana a la que renuncié para obtener la española), porque el mercado es aún más grande, la riqueza está mucho mejor distribuida que en USA, más gente tiene acceso a internet, la media en la educación es más alta y hay menos competidores. España en particular es muy buena para emprendedores extranjeros porque como no somos aquí un grupo bien visto por temas culturales, encontramos muchos nichos de mercado abiertos. Así como los europeos importan extranjeros para limpiar sus calles, paradójicamente, también importan a extranjeros para crear sus empresas.
Pero aunque Europa sea un gran mercado con nichos abiertos hay muchos aspectos negativos a la hora de hacer negocios aquí comparando con mi anterior país, Estados Unidos. Las distintas culturas/idiomas/leyes hacen muy difícil la planificación de lanzamientos de productos pan europeos, y existen muchas más restricciones y distorsiones del mercado que en USA. Inclusive dentro de España.
Pero mucho peor que los problemas del mercado multicultural en sí son los problemas personales que puede tener un emprendedor en Europa. Especialmente el hecho de la responsabilidad ilimitada y personal que se le exige al emprendedor de un 'start up' en Europa. A continuación me voy a referir específicamente a las leyes en España, pero estoy bastante seguro de que lo que voy contar se aplica también a la mayoría de los países en Europa continental.
La visión del fracaso es menos severa en USA. En USA el fracaso no es percibido como una enfermedad crónica que dura toda la vida, sino más bien como una prueba de carácter y de temple. Pero en Europa, el fracaso es visto como un mal que te persigue por el resto de tus días. Además, el fracaso en Europa no es sólo un problema de imagen, es un serio problema crónico legal. Hasta ahora nunca tuve que liquidar una de las empresas que he creado en este continente. En todos los casos, incluso en medio del crash de 2002, pude refinanciar los pasivos y renegociar para que mis empresas sigan funcionando. Pero recientemente, gracias a la crisis actual, he estado escuchando historias horrorosas sobre lo que le ocurre a los emprendedores que fracasan en Europa vis a vis su responsabilidad personal y responsabilidad legal de por vida.
El problema de base para los emprendedores en España y muchas partes de Europa es que no existe el concepto legal de 'bancarrota' como borrón y cuenta nueva que existe en USA e incentiva a los emprendedores a probar cosas nuevas. Si creas una empresa en Europa y dedicas tu vida a ella durante los primeros 5 años, pero luego te quedas sin dinero y fracasas, no se considera realmente que estás en bancarrota, al menos no en el sentido que se le da a la palabra en USA. Irse a la bancarrota en Europa significa despedir a todos los empleados y tú PERSONALMENTE, como fundador, eres el que debe el dinero a pagar a los empleados por despedirlos, más allá que la empresa no haya hecho nada malo (legalmente hablando).
Sé que suena muy extraño, pero así es. En Europa un emprendedor es responsable legal del fracaso de su empresa. Mientras que en USA un emprendedor no es responsable a nivel personal por las indemnizaciones al cerrar su empresa, en Españá sí lo es. Si no lo haces, tus empleados no sólo pueden demandarte a través de la Seguridad Social, sino que además pueden forzarte a vender tu casa, tu auto y privarte a ti y a tu familia de todas las necesidades básicas hasta que les pagues la indemnización. Como no te puedes declarar en bancarrota, no te recuperas, no puedes empezar de nuevo. Y en el hipotético caso de que logres recuperarte, todo lo que ganes servirá para pagar las deudas de tu empresa pasada. La ley en España ata tus futuros proyectos a los del pasado. Nunca vuelves a un estado de foja cero como en USA. Esto es, obviamente, un riesgo enorme para los emprendedores a la hora de comenzar una empresa y no me sorprende que muchos no se animen.
Una de las razones por las cuales el nivel de desempleo es mayor en Europa que en USA es porque las cargas sociales son hasta un 50% más altas en Europa. Una persona que obtiene su primer trabajo en España y gana unos 1.000 euros mensuales netos, le cuesta al emprendedor casi 2.000 euros. En Europa los gobiernos toman tanto dinero de la cadena de pagos (la diferencia entre el sueldo neto y el bruto) que, irónicamente, hace que el neto sea muy bajo y el bruto muy alto. Y no sólo las cargas sociales son muy altas, sino que lo salarios no son lo que parecen porque por ley tienes que pagar 13 salarios (y a veces 14) por 11 meses de trabajo.
En España cuando se habla de lo increíblemente bajos que son los sueldos, que lo son, no se mira nunca lo que le está costando a la empresa tener a ese empleado, sino el líquido que el empleado se lleva a casa. Y el emprededor queda como un explotador miserable. Curiosamente nadie culpa al gobierno, sino frecuentemente a ti, el emprendedor, por pagar poco. Lo que no puedo creer es que los empleados españoles no se den cuenta que sus sueldos son miserables por dos razones: una porque no hay más emprendedores compitiendo por ellos como empleados y otro porque el gobierno usa a los emprendedores para financiarse de manera exagerada.
Varsavsky en su despacho de las oficinas de Fon. (Foto: Óscar Monzón)
Habiendo creado empresas en USA y conociendo bien ese mercado, sé que Estados Unidos también tiene sus aspectos negativos. Uno de ellos son los 'impuestos legales' que hay que pagar para hacer negocios. Los gastos en abogados y derivados de temas legales son, según mi experiencia, un 70% menos en Europa. Además, el sistema legal norteamericano es tan 'interpretativo' que muchas veces no sabes si estás actuando legalmente o no.
¿Qué hacen entonces los emprendedores europeos ante un sistema lleno de obstáculos? Muchas veces encuentran y aprovechan lagunas jurídicas que, aunque legales en la mayoría de los casos y porque las leyes del derecho napoleónico son blanco o negro, son poco éticas y así se ganan su fama de ser gente inmoral. Por ejemplo, en algunas ocasiones los emprendedores en España no son los administradores legales de sus empresas, pero contratan a personas sin ningún patrimonio para llevar a cabo la tarea ya que, si las cosas salen mal, no les quitarán nada de su patrimonio.
Paso a un ejemplo significativo. El start up norteamericano por excelencia, Hewlett Packard, una empresa que empezó en un garaje en USA. Este concepto, el de empezar una empresa en un garaje, sería considerado ilegal en Europa porque aquí no se puede empezar una empresa en un garaje porque es ilegal trabajar en un garaje. La verdad es que Jazztel empezó en un garaje. Ahí estábamos con Eva Romero -que aún trabaja para mí 10 años más tarde-, en el garaje de mi casa. Pero hace poco alguien me recordó que lo que hicimos fue ilegal. En Alemania, por ejemplo, la legislación define lo que puede ser un ambiente de trabajo. incluso hay leyes que no permiten a los empleados trabajar a más de una cierta cantidad de metros de una ventana. Así que aunque el famoso garaje en el que empezó HP tenga muchas ventanas, igual sería ilegal en Europa por estar justamente... en un garaje. Aclaro que no es que pienso que está bien trabajar en un garaje, entiendo que no es un sitio idóneo para trabajar. Pero el tema es entender que en USA la gran mayoría de los 'start ups' nacen y mueren en los garajes. Pero los garajes son espacios gratis mientras se trata de ver si un concepto tiene potencial.
t En España empezar, probar, experimentar en sí es muy complicado. Es más, si un empleado quisiera firmar por voluntad propia un papel que diga algo así como "declaro que sé perfectamente que voy a trabajar en un 'start up', que no tenemos dinero para alquilar una oficina ahora y que no tengo problemas en trabajar en un garaje, con lo cual renuncio a mi derecho de tener una ventana cerca", un inspector del gobierno igual podría cerrar la empresa. Y si ese empleado dijera "sé que esto es un 'start up' y tiene mucho riesgo, pero me fascina la posibilidad de llegar a crear la red WiFi más grande del mundo y quiero trabajar aquí y si fracasamos no hace falta indemnizarme", esto también sería ilegal. El resultado es que no existiendo un sistema de regulación especial para los 'start ups', muchos simplemene no nacen.
Así como la población nativa de España no tiene hijos tampoco tiene... 'start ups'. Las 'pegas' son muy grandes. Los riesgos son muy grandes. En líneas generales, diría que el concepto de 'intentarlo' no existe en Europa. No existe el concepto de incubar una nueva empresa con condiciones temporales (al inicio) propias de las 'start ups'. Desde el momento en que decides empezar tienes que atenerte y manejarte de acuerdo a las reglas de los negocios, y estas reglas favorecen a la gran empresa que las puede cumplir, pero dificultan el nacimiento de la nueva empresa.
Para terminar este post con un tono un poco más positivo, puedo decir que en mis 13 años de crear empresas y de tratar con empleados en Europa, mi experiencia fue en general muy buena. Ayer recibí una invitación para una fiesta de los ex Jazzteles del 2000, con eso lo digo todo. La moral de los empleados de FON es genial y no me he encontrado con nadie que haya abusado del sistema. Es más, en España en particular y en Europa en general, hay afortunadamente muchísimas personas con altos valores morales y éticos que no abusarían del sistema, inclusive si pudieran hacerlo. Como resultado de todo esto es que hay muchísimos emprendedores y empresas exitosas en Europa. El problema no es con la gente en Europa, que salvo pocas excepciones es muy ética, quizás más que en Estados Unidos. El problema es el sistema que no está diseñado para la creación de empresas.
Teniendo en cuenta la enorme crisis que hay en Europa, en vez de seguir con planes Keynesianos para entregar dinero a la gran y muchas veces decadente banca y sectores como la construcción que están hundiendo a España, creo que ahora existe una oportunidad histórica para reconocer al pequeño emprendedor. El sistema tiene que cambiar para facilitar que se prueben diferentes maneras de crear empleo hasta que alguna triunfe sin ver al que prueba como un posible criminal.