Los santiaguinos están pagando los costos del uso electoral del Transantiago
Por Pablo Longueira, senador por la Región Metropolitana
Senador Pablo Longueira, Región Metropolitana
Durante tres días, salí a las 5 de la mañana para constatar en terreno lo que están viviendo las personas de la circunscripción que represento. Y con legítima razón, los santiaguinos dicen que están siendo transportados como animales.
A tempranas horas se ve gente que empieza a caminar hasta veinte cuadras, cuando antes todos sabíamos que a dos o tres cuadras habían buses que los llevaban a sus lugares de trabajo. Lamentablemente, esto se está ajustando con un sacrificio humillante de los chilenos del gran Santiago.
No critico el Transantiago como una modernización del transporte público necesario, pero si cuestiono el uso político, electoral, y la implementación de un sistema de transporte público que no estaba en las condiciones de inaugurarse. Porque esto es lo mismo que entregar una población con las casas sin los vidrios, sin las ventanas y sin los baños.
Todo lo que están viviendo los santiaguinos se podría haber evitado, pero vemos una intencionalidad evidente de responsabilizar a las empresas privadas. Si tienen responsabilidad, deben ser sancionadas de acuerdo a las bases y a la licitación, pero nos hemos enterado que se requiere un proyecto de ley para corregir una improvisación que refleja el grado de errores que tiene el sistema, en que si un concesionario se le caduca la concesión él la sigue administrando.
Hay que poner las cosas en su lugar. Todo el Transantiago fue diseñado y construido por el Gobierno. La cantidad de micros, las áreas concesionadas, la ubicación de la estaciones intermodales y todo se diseñó y licitó por el gobierno sin ninguna consulta del Congreso y mucho menos a los alcaldes.
Lo peor de todo es que no se ve ni la más mínima autocrítica de reconocer los errores que se han cometido.
El primero de ellos es que la malla de alimentación está mal diseñada, que obliga a los chilenos a caminar tempranamente. Necesitamos arreglar esto antes del invierno o vamos a empezar a escuchar de asaltos o violaciones a las personas. Vamos a tener una situación insostenible desde el punto de vista social en la Región Metropolitana si no resolvemos el problema del Transantiago antes del invierno.
Aquí se prometió un transporte público más cómodo, más barato y más eficiente, y en un mes hemos logrado colapsar las micros, colapsar el Metro y colapsar las calles.
Más que responsabilizar a los privados de estos problemas, que es lo que ha hecho el oficialismo, esperamos una solución.
En ese contexto, creo que los chilenos tenemos el legítimo derecho a saber quién le dijo a la Presidenta que no era necesario postergar el Transantiago cuando ella lo planteó. Fue la Presidente de la República, no nosotros ni los privados, la que tenía los antecedentes suficientes para plantear en una instancia privada de gobierno que había que postergar el Transantiago.
Alguien tiene que responder por lo que están viviendo los chilenos, porque es evidente que había que postergar el Transantiago. No porque estemos en contra de transformar el transporte público de Santiago, pero lo que aquí se ha hecho es abusar de la paciencia de la gente.
Cuando se analiza este tema, da la sensación que estuviéramos recibiendo el informe del Banco Central: puras cifras y puras cosas frías, cuando lo que se ha tocado es el alma del Santiaguino.
Esto requiere una solución de urgencia y es necesario que se nos diga, quién le dijo a la Presidenta que no había que postergar el Transantiago. Esa es la respuesta que queremos escuchar.
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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