FNE acusa de colusión a productores de pollo y a Asociación y pide multa por US$ 110 millones
La entidad presentó un requerimiento ante el Tribunal de la Libre Competencia señalando que por más de diez años estos agentes violaron la ley.
Una práctica implementada desde hace 10 años y destinada a limitar la producción de pollos, asignarse cuotas de mercados y controlar los precios. Esa es la acusación que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) levantó en contra de Agrosuper, Ariztía, Don Pollo y la Asociación de Productores Avícola (APA).
En el escrito de 30 páginas presentado ayer ante el Tribunal de la Libre Competencia, la FNE señala que las empresas, que en su conjunto cuentan con el 92% de cuota de mercado, y el gremio infringieron la ley. Esto, justifica la entidad, "al celebrar y ejecutar un acuerdo entre competidores consistente en limitar su producción, controlando la cantidad producida y ofrecida en el mercado nacional y asignarse cuotas de mercado de producción y comercialización de dicho producto".
Las multas que pide el organismo son emblemáticas. Para Agrosuper, Ariztía y Don Pollo pide 30 mil Unidades Tributarias Anuales (UTA), es decir US$27,02 millones, a cada una de las empresas. Y para APA una multa de 20 mil UTA, que corresponden a US$18,01 millones. Además, para esta última solicita que se disuelva como asociación. Sólo por esta petición el caso ya se convierte en inédito pues es la primera vez que la FNE pide las multas máximas y la desintegración de una asociación gremial.
El organismo señala en su acusación que "los beneficios económicos que al menos durante una década han obtenido de su actuar ilícito las empresas productoras requeridas, exceden con creces la multa máxima establecida para nuestra legislación".
La forma de operar
La investigación comenzó en septiembre de 2010 y en enero de este año se allanaron las oficinas de APA y Don Pollo. Gracias a esa operación se tuvo acceso a mails que dejaron de manifiesto la forma en que actuaban las compañías y el rol de coordinadora de la APA.
La FNE señala que las compañías y la APA efectúan anualmente una proyección del consumo de este producto gracias al cual se determinan las toneladas de carne de pollo que deben producir y vender de manera conjunta.
Las empresas entregan, generalmente en el último trimestre de cada año, la información de sus ventas precios a la APA.
Así, la asociación gremial fue la encargada, señala la FNE, de prever los escenarios posibles de consumo de pollo para el próximo año. Posteriormente, esos escenarios fueron discutidos por "altos ejecutivos de las empresas productoras requeridas en las reuniones de directorio de la APA o en otras convocadas especialmente al efecto", dice el requerimiento. Agrega que en esas reuniones "se selecciona uno de los escenarios proyectados por los integrantes del cartel". Según la FNE, con ese modelo y con la proyección de la demanda para el año siguiente Agrosuper, Ariztía y Don Pollo restaban las cantidades que estimaban que serán cubiertas por las importaciones y por otras empresas locales y otras firmas "que no son parte del cartel".
A reglón seguido, dice la FNE, las firmas procedieron a distribuirse el mercado nacional, determinando sus porcentajes de participación: 61% para Agrosuper, 31% para Ariztía, y 8% para Don Pollo.
El rol de la APA
En este engranaje, dice la FNE, la APA juega un rol de coordinación y, dentro de las funciones del gremio estaría, además de confeccionar las proyecciones de la demanda, remitir el detalle de cargas (inclusión de huevos en las incubadoras) asignadas a cada una de ellas para todo el año y monitorear el cumplimiento del acuerdo informando lo realmente comercializado por cada firma semanalmente.
"La formación y mantenimiento del cartel que integran las empresas requeridas ha sido posible gracias a la coordinación de la APA" dice la FNE y agrega que "el actuar de la APA es del todo contrario a lo que puede esperarse de una entidad de esta naturaleza dentro de un marco competitivo". Además, explica que el rol fiscalizador del pacto recayó en un órganismo creado al interior de la APA llamado comisión de evaluación, "integrado por tres personas designadas partícipes del cartel y un secretario ejecutivo, don Juan Miguel Ovalle, hasta hoy presidente de la APA".
Como ejemplo del rol de la asociación gremial en estas conductas colusivas, la FNE hace alusión a un mail en el que Ovalle felicita a los gerentes generales de las compañías por cumplir lo solicitado. "Demasiado bien portados para ser niños normales", dice el correo electrónico.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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