«Estamos al borde del abismo por la falta de valores» (Entrevista a Francisco Rubiales en ABC)
Reproducimos hoy la entrevista a Francisco Rubiales, sobre su nuevo libro "Las revelaciones de Onakra, el escriba de Dios", publicada en ABC.
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El periodista gaditano reflexiona en su último libro «Las revelaciones de Onakra. El escriba de Dios» sobre el origen del hombre y augura el fin del mundo si las cosas no cambian
JESÚS ÁLVAREZ
Día 04/05/2011
Francisco Rubiales (Villamartín, Cádiz, 1948), doctor en Periodismo, fue corresponsal de guerra, es profesor de postgrado en varias universidades y preside Euromedia, la primera consultora de comunicación andaluza.
—¿Qué le hace pensar que el mundo se va a acabar pronto?
—No sé si el mundo se acabará pronto o no, pero respondiendo desde los contenidos de mi libro, el momento de rendir cuentas está cercano. Por eso se producen las revelaciones y se cuentan las verdades históricas que el libro narra. Al margen del libro, no sé si nuestro paso por La Tierra se acabará pronto o no, pero estamos corriendo demasiados riesgos y apostando a la catástrofe: deterioro de la naturaleza, armamento nuclear escasamente controlado, terrorismo, accidentes nucleares y manipulación de los genes en el laboratorio.
—¿Ayudará también la muerte de Bin Laden?
—Su muerte está envuelta en demasiadas dudas e incógnitas, sin que los ciudadanos tengan la certeza de que murió cuando nos han dicho, donde nos han dicho y de la forma que han dicho. Nuestra parte animal se alegra de que un asesino de masas haya mordido el polvo, pero hay que sobreponerse a ese sentimiento primario y discernir. Cuando lo haces, descubres que ha sido ejecutado sin juicio, violando así uno de los derechos fundamentales del hombre, que la democracia siempre debe respetar. Matándolo de ese modo, en su hogar, en un país soberano, han creado un mártir para los extremistas del Islam. Me hubiera gustado mucho más que lo hubieran detenido, interrogado y juzgado de manera imparcial y justa, como todo ser humano tiene derecho.
—¿La única gran realidad de la Historia es la lucha entre el bien y el mal, como sostiene su libro?
—No es la única, pero sí la mayor realidad. La lucha entre el bien y el mal es el espinazo de la existencia humana y la clave de nuestra vida en la Tierra.
—¿El hombre ha sido siempre «una raza de seres arrogantes, traidores y turbulentos», como los definen los ángeles de su novela?
—El hombre ha sido capaz de grandes cosas y de grandes traiciones. Es un ser atormentado que en algunos momentos de la Historia ha sido héroe, ha dado la talla y ha conseguido que el mismo Dios se fije en él y le ame. Sin embargo, el hombre del presente, es un gran fracasado. El gran mensaje del libro es que se acerca el fin de los tiempos y la mochila del hombre está vergonzosamente vacía.
—Ese abismo a cuyo borde estamos, según usted, ¿se debe a falta de ideas, de valores, o a un poco de las dos cosas?
—Estamos al borde del abismo, pero queda margen para reaccionar. El problema es que queda poco tiempo. Las causas del desastre humano son varias, pero la causa principal es la derrota del altruismo, del amor y de los valores, emanaciones del bien, frente al egoísmo, principal emanación del mal, con secuelas como la soberbia, la arrogancia, la avaricia y otras. Pero hay más causas: una de ellas es el abandono del espíritu de lucha y, sobre todo, el fracaso del liderazgo. El hombre seleccionaba con rigor y educaba con esmero a sus líderes en la antigüedad y les exigía que se parecieran a Dios, mientras que hoy no sólo no les exige nada, sino se deja dominar por tiranos, a los que permite corrupciones y vicios denigrantes.
—¿La palabra sigue siendo hoy más poderosa que la espada?
—Por fortuna, sí, siempre que la espada no cercena la garganta antes de que la palabra salga. El problema es que el poder lo domina todo, incluso el imperio de la palabra y cada día es más difícil encontrar palabras auténticas, no compradas o contaminadas.
—¿Quien controla la información, lo controla todo?
—Quien controla la información controla la opinión pública y, en consecuencia, las mentes. Además, escribe la Historia y eso es importante.
—¿Internet puede acabar con el poder de los medios de comunicación para crear opinión?
—Internet ayuda, pero no puede acabar con nada porque es sólo una herramienta. El que acaba con el mal, cuando lo combate, es el ser humano. Internet lo que está consiguiendo es debilitar el extraordinario dominio del poder político sobre la opinión y la palabra. El hombre libre ha recuperado protagonismo, al menos por algún tiempo, que debe aprovechar para denunciar a los que estimulan la victoria del mal sobre el bien, de la corrupción y la indecencia sobre los grandes valores acosados.
—¿El periodismo es el cuarto poder o el primero?
—El periodismo, en términos generales, está dominado por los grandes poderes y, aunque podría haber sido el primer poder, por su enorme capacidad de influir en la opinión pública, hoy es un poder esclavizado y postrado. El periodismo sometido domina ampliamente sobre el periodismo libre y la misión de fiscalizar a los poderosos, clave e insustituible en democracia, no se está cumpliendo. Sin controles, sin la luz que aporta la crítica independiente, sin un Estado de Derecho que garantice la primacía del bien común, la bestia del Estado opresor anda suelta y es una de las bestias que anticipa el fin de los tiempos.
—¿Y el poder judicial es ya el poder político, o es al revés?
—El poder judicial, en sentido estricto, ya no existe porque ha sido dominado por los partidos políticos, que son el gran enemigo de la democracia y del progreso humano. No es que el poder Ejecutivo haya dominado al Legislativo y al Judicial, sino que los partidos políticos han dominado a los tres poderes básicos y se han apropiado del mismo Estado y de la sociedad, creando así el caos y abriendo las puertas del retroceso y de la derrota de la libertad y de los grandes valores y conquistas de la Humanidad.
—¿Una idea puede ser más destructiva que una lluvia de misiles?
—En teoría, sí, pero los grandes poderes lo saben y ejercen también un control férreo sobre las ideas, cada día más eficaz. Han descubierto que las grandes ideas liberadoras no pueden abrirse camino en la confusión y están sembrando la confusión por todas partes. La gente no sabe ya qué es verdad y qué es mentira, que es importante y que no lo es, etc.
JESÚS ÁLVAREZ
Día 04/05/2011
Francisco Rubiales (Villamartín, Cádiz, 1948), doctor en Periodismo, fue corresponsal de guerra, es profesor de postgrado en varias universidades y preside Euromedia, la primera consultora de comunicación andaluza.
—¿Qué le hace pensar que el mundo se va a acabar pronto?
—No sé si el mundo se acabará pronto o no, pero respondiendo desde los contenidos de mi libro, el momento de rendir cuentas está cercano. Por eso se producen las revelaciones y se cuentan las verdades históricas que el libro narra. Al margen del libro, no sé si nuestro paso por La Tierra se acabará pronto o no, pero estamos corriendo demasiados riesgos y apostando a la catástrofe: deterioro de la naturaleza, armamento nuclear escasamente controlado, terrorismo, accidentes nucleares y manipulación de los genes en el laboratorio.
—¿Ayudará también la muerte de Bin Laden?
—Su muerte está envuelta en demasiadas dudas e incógnitas, sin que los ciudadanos tengan la certeza de que murió cuando nos han dicho, donde nos han dicho y de la forma que han dicho. Nuestra parte animal se alegra de que un asesino de masas haya mordido el polvo, pero hay que sobreponerse a ese sentimiento primario y discernir. Cuando lo haces, descubres que ha sido ejecutado sin juicio, violando así uno de los derechos fundamentales del hombre, que la democracia siempre debe respetar. Matándolo de ese modo, en su hogar, en un país soberano, han creado un mártir para los extremistas del Islam. Me hubiera gustado mucho más que lo hubieran detenido, interrogado y juzgado de manera imparcial y justa, como todo ser humano tiene derecho.
—¿La única gran realidad de la Historia es la lucha entre el bien y el mal, como sostiene su libro?
—No es la única, pero sí la mayor realidad. La lucha entre el bien y el mal es el espinazo de la existencia humana y la clave de nuestra vida en la Tierra.
—¿El hombre ha sido siempre «una raza de seres arrogantes, traidores y turbulentos», como los definen los ángeles de su novela?
—El hombre ha sido capaz de grandes cosas y de grandes traiciones. Es un ser atormentado que en algunos momentos de la Historia ha sido héroe, ha dado la talla y ha conseguido que el mismo Dios se fije en él y le ame. Sin embargo, el hombre del presente, es un gran fracasado. El gran mensaje del libro es que se acerca el fin de los tiempos y la mochila del hombre está vergonzosamente vacía.
—Ese abismo a cuyo borde estamos, según usted, ¿se debe a falta de ideas, de valores, o a un poco de las dos cosas?
—Estamos al borde del abismo, pero queda margen para reaccionar. El problema es que queda poco tiempo. Las causas del desastre humano son varias, pero la causa principal es la derrota del altruismo, del amor y de los valores, emanaciones del bien, frente al egoísmo, principal emanación del mal, con secuelas como la soberbia, la arrogancia, la avaricia y otras. Pero hay más causas: una de ellas es el abandono del espíritu de lucha y, sobre todo, el fracaso del liderazgo. El hombre seleccionaba con rigor y educaba con esmero a sus líderes en la antigüedad y les exigía que se parecieran a Dios, mientras que hoy no sólo no les exige nada, sino se deja dominar por tiranos, a los que permite corrupciones y vicios denigrantes.
—¿La palabra sigue siendo hoy más poderosa que la espada?
—Por fortuna, sí, siempre que la espada no cercena la garganta antes de que la palabra salga. El problema es que el poder lo domina todo, incluso el imperio de la palabra y cada día es más difícil encontrar palabras auténticas, no compradas o contaminadas.
—¿Quien controla la información, lo controla todo?
—Quien controla la información controla la opinión pública y, en consecuencia, las mentes. Además, escribe la Historia y eso es importante.
—¿Internet puede acabar con el poder de los medios de comunicación para crear opinión?
—Internet ayuda, pero no puede acabar con nada porque es sólo una herramienta. El que acaba con el mal, cuando lo combate, es el ser humano. Internet lo que está consiguiendo es debilitar el extraordinario dominio del poder político sobre la opinión y la palabra. El hombre libre ha recuperado protagonismo, al menos por algún tiempo, que debe aprovechar para denunciar a los que estimulan la victoria del mal sobre el bien, de la corrupción y la indecencia sobre los grandes valores acosados.
—¿El periodismo es el cuarto poder o el primero?
—El periodismo, en términos generales, está dominado por los grandes poderes y, aunque podría haber sido el primer poder, por su enorme capacidad de influir en la opinión pública, hoy es un poder esclavizado y postrado. El periodismo sometido domina ampliamente sobre el periodismo libre y la misión de fiscalizar a los poderosos, clave e insustituible en democracia, no se está cumpliendo. Sin controles, sin la luz que aporta la crítica independiente, sin un Estado de Derecho que garantice la primacía del bien común, la bestia del Estado opresor anda suelta y es una de las bestias que anticipa el fin de los tiempos.
—¿Y el poder judicial es ya el poder político, o es al revés?
—El poder judicial, en sentido estricto, ya no existe porque ha sido dominado por los partidos políticos, que son el gran enemigo de la democracia y del progreso humano. No es que el poder Ejecutivo haya dominado al Legislativo y al Judicial, sino que los partidos políticos han dominado a los tres poderes básicos y se han apropiado del mismo Estado y de la sociedad, creando así el caos y abriendo las puertas del retroceso y de la derrota de la libertad y de los grandes valores y conquistas de la Humanidad.
—¿Una idea puede ser más destructiva que una lluvia de misiles?
—En teoría, sí, pero los grandes poderes lo saben y ejercen también un control férreo sobre las ideas, cada día más eficaz. Han descubierto que las grandes ideas liberadoras no pueden abrirse camino en la confusión y están sembrando la confusión por todas partes. La gente no sabe ya qué es verdad y qué es mentira, que es importante y que no lo es, etc.
Fuente:WWW.VOTOENBLANCO.COM
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
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