El rearme de Hernán Briones
Hernán Briones: "Hay que tener sentido de oportunidad, porque empresa que no crece, se muere"
Emilio Maldonado Quevedo DF
Septiembre de 2008. Con el anuncio de que la mayor economía del mundo entraría en recesión, la industria nacional, precisamente la dependiente en sus ingresos de este mercado, comenzó a mirar cómo sortear el temporal.
Para el grupo Briones, a través de Cementos Bio Bio y comandado por Hernán Briones Goich, la tarea no fue fácil. Su principal negocio, el cemento y los artefactos cerámicos comenzaban a verse fuertemente golpeados, debido a que el origen de la crisis estaba en el negocio inmobiliario.
Es por ello que, a situaciones graves, soluciones drásticas. El holding decidió cerrar dos fábricas (de manera temporal) de su filial Fanaloza –las plantas de Coronel y Coprosa 2 en Penco-, significando la desvinculación de 210 trabajadores de la zona. La explicación era simple: menos viviendas a construir en Estados Unidos, menos equipamiento sanitario se requiere producir. Esta premisa sigue en pie: durante la semana se decidió suspender las faenas en Coprosa 1, dejando sólo dos de las cinco fábricas que hasta enero tenía Fanaloza.
Pero con el paso del tiempo y a medida que la crisis comienza a dar señales de estabilizarse, los Briones vuelven a la carga y comienzan a mirar el futuro como lo han hecho por años: invirtiendo. Una enseñanza que le dejó a los Briones Goich su padre, Hernán Briones Gorostiaga: "empresa que no crece, se muere".
Es así como el empresario cree que se deben hacer los negocios. Es la manera cómo el país, según su filosofía, debe mirar hacia el futuro, en un escenario de post crisis.
Siguiendo esta línea, el directorio de Bio Bio, recientemente aprobó una inyección de US$ 50 millones para su filial Inacesa, con el fin de levantar una nueva planta de cal en la III Región.
A ello se suma el análisis para reorganizar la deuda, ya sea toda o en porciones a distintos tiempos.
-¿En qué pie están las inversiones que tenían contempladas?
-El grupo siempre ha sido muy activo en cuanto a inversiones y crecimiento, pero efectivamente, no podemos obviar la realidad internacional. Afortunadamente, la marcha de la empresa es muy sana, tal como lo reflejaron nuestros resultados del primer trimestre, que fueron levemente superiores a los del último trimestre de 2008. Debemos ser muy responsables, pero también estar muy atentos a oportunidades que se presenten.
Mantenemos importantes inversiones en marcha, como es el caso de nuestra filial Inacesa (cal) y de la planta de molienda en San Antonio, que estará lista a fin de año.
-¿Pero hay proyectos que hayan sido postergados?
-Tenemos la ventaja que, al participar de distintos mercados, somos flexibles para ajustarnos a los ritmos de recuperación de cada uno. Tenemos algunos proyectos postergados o a menor ritmo, pero al mismo tiempo, decidimos activar otros, como el de la cal, ya que creemos firmemente que en crisis también hay que tener sentido de oportunidad. Como decía mi padre, "empresa que no crece, se muere".
Un proyecto en particular que fue postergado fue la ampliación de la Planta Talcahuano, que va de la mano con las ampliaciones de Huachipato, que de acuerdo a lo que ellos anunciaron, fue aplazado hasta que las condiciones de mercado mejoren.
-En sus resultados trimestrales informaron que la demanda por cemento ha caído en 15% ¿Esperan que siga esa tendencia?
-Estimamos que la demanda de cemento caerá entre 15% y 20% este año dependiendo del efecto de las medidas reactivadoras del gobierno.
-¿A qué responde la inversión en la filial Inacesa?
-El negocio de la cal se orienta principalmente al sector minero metalúrgico, con el que tenemos una estrecha relación. Por ende, nos estamos anticipando a necesidades que se van a generar.
-¿Cuánto es lo que invertirán y cuáles son los plazos?
-La puesta en marcha de esta planta requerirá una inversión de aproximadamente US$ 50 millones y debería estar operando a mediados del 2011. Con esta iniciativa la capacidad instalada de Inacesa para atender el mercado chileno de la cal será de 1.240.000 toneladas al año, lo que representa un aumento de alrededor de 40%.
-¿Cómo piensan financiar este proyecto?
-Consideramos que probablemente esto sea abordado con un 75% de deuda y un 25% de caja propia. Dadas nuestras amortizaciones de capital en los próximos dos años, no habrá aumento de la deuda financiera.
-En los resultados a marzo, el grupo reconoce un aumento en la deuda financiera, y una reprogramación de los créditos ya existentes ¿A qué nivel de endeudamiento se está llegando hoy en Bio Bio? ¿No hay opciones de refinanciar todo y "abrir" la deuda a más largo plazo?
-La empresa se encuentra con un leverage en torno a 1, lo cual consideramos que representa una situación financiera sana. Ello no se opone a que la compañía constantemente revise sus posibilidades de financiamiento y busque alternativas para reducir su gasto financiero. Dentro de este contexto, se está analizando diversas posibilidades de refinanciamiento que contemplan desde la totalidad de la deuda hasta una porción en distintas alternativas de plazos.
La pausa que vive Fanaloza
-¿Por qué decidieron cerrar dos plantas de Fanaloza?
-Es una decisión estrictamente originada en la coyuntura que enfrenta ese negocio y que esperamos revertir en la medida que los mercados muestren signos de recuperación. En diciembre de 2008, Fanaloza contaba con cinco plantas en operación en Chile orientadas al mercado nacional y a la exportación, principalmente hacia Estados Unidos y Venezuela.
-¿Hay planes de reabrir las plantas o piensan vender la compañía?
-Primero aclaro que Fanaloza no está en venta. En relación a la reapertura de plantas, apenas los mercados se recuperen y se reactive la demanda, Fanaloza estará en condiciones de volver a poner en funcionamiento las dos plantas que no están operando, algo que en todo caso no se producirá de la noche a la mañana.
-¿Qué suerte corren las fábricas Coprosa 1 y las de Santiago?
-Estimamos que esta va a ser una paralización temporal, donde podremos retomar la operación en los próximos meses. Quisiera destacar que, en este caso, velando por el interés de nuestros trabajadores, acordamos con ellos el pago de una parte de su salario mientras dure esta suspensión, evitando así despidos.
Fuente:DF
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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