GOBIERNO AVANZA EN PROGRESIVA INGOBERNABILIDAD
1. Los acontecimientos de las últimas semanas reflejan con claridad un cuadro político que se caracteriza por un gobierno a la deriva y una Concertación dividida, que ha perdido los atributos que en el pasado le permitieron realizar su gestión de gobierno.
Durante el actual gobierno de la Presidenta Bachelet ha quedado en evidencia la incapacidad para anticiparse a los acontecimientos y la improvisación con que se abordan los principales temas de la agenda pública, como lo demuestran los graves problemas de la educación chilena, la seguridad ciudadana y el transporte público; la persistencia de la corrupción, la grosera y reiterada intervención electoral, el sostenido abuso de poder y la intención de "captura del estado".
A los anteriores problemas se agrega ahora la amenaza de una progresiva ingobernabilidad reflejada por la inédita e incomprensible actitud del Partido Socialista, eje del gobierno y en la cual milita la propia Presidenta de la República, de apoyar una movilización convocada para expresar el malestar frente a las principales políticas públicas de su gobierno, incluyendo la reforma previsional.
La actitud del Partido Socialista confirma la división existente al interior de la Concertación y socava aún más el ya debilitado liderazgo presidencial. Los mismos que ayer fracasaron y son responsables de la situación que afecta al país, salen irresponsablemente a las calles a protestar de los resultados de sus propios errores.
2. La Concertación está dominada por una creciente izquerdización y por la hegemonía de grupos que han logrado imponer una agenda radicalizada y contraria a la moderación y la paz asocial que requieren los chilenos.
Tal agenda constituye, adicionalmente, un retorno a las añejas y fracasadas fórmulas del socialismo. Pretender más socialismo para resolver las enormes dificultades que tiene la Concertación es la peor señal que hoy podría recibir el país.
La situación descrita exige una acción política de la Alianza enérgicamente opositora que denuncie con claridad el deterioro del clima de normalidad, indispensable para progresar y aprovechar las oportunidades que el contexto internacional ofrece al país y el desborde planificado de conflictos sociales que debieran encauzarse, como ocurre en toda democracia sana, a través de los mecanismos institucionales correspondientes.
Del mismo modo, comprometemos nuestros mejores esfuerzos para fiscalizar con energía las acciones del Gobierno, en el propósito irreductible de terminar con la corrupción que se ha instalado en nuestro país en los últimos años.
3. Ante el escenario, la Alianza continuará acentuando ante el país, con espíritu constructivo, sus propuestas de solución a los problemas que aquejan a los chilenos para permitir a la ciudadanía contrastar las marcadas diferencias contenidas en tales propuestas programáticas. Así como lo hemos hecho en el tema educacional, en el trato a la delincuencia o en la situación de las Pymes , materias en las que el país ha conocido propuestas sólidas y coherentes, pondremos especial énfasis en avanzar con propuestas en diversos ámbitos de interés nacional, que alimenten la esperanza de que en Chile el futuro puede ser mejor.
En esta etapa la Alianza aspira a que sus propuestas puedan ser comparadas y no confundidas con aquellas impulsadas por una deteriorada Concertación. El proyecto político de la Alianza constituye para los chilenos un camino distinto: significa un cambio en los valores, inspiraciones, ideas, conductas y equipos con que se está gobernando Chile.
4. Para alcanzar los objetivos antes descritos, la Alianza por Chile debe seguir consolidando su acción unitaria.
La madurez de tal proceso y la envergadura de los desafíos antes descritos exigen, por una parte, una actitud de generosidad y respeto mutuo al interior de la coalición, para así permitir la incorporación de nuevos sectores independientes y desencantados de la Concertación, así como para fortalecer y cuidarlos liderazgos internos dentro de nuestra Alianza. En ese espíritu de apertura y respeto mutuo el país podrá confiar en la alternativa que estamos construyendo, por su solidez y fortaleza, la que contrasta con el desorden e indisciplina que tiene fracturada irremediablemente a la Concertación.
Por otra parte, resulta necesario dar una paso adicional en la institucionalidad de la Alianza a través de la conformación de un Comité Ejecutivo integrado por los presidentes y secretarios generales de ambos partidos, así como por representantes de los diversos estamentos de ambas colectividades.
La tarea principal de este Comité Ejecutivo será coordinar la acción política y legislativa de la Alianza, la interlocución conjunta con el gobierno, la propuesta de políticas públicas alternativas a la Alianza y las acciones tendientes a asegurar el triunfo en la campaña municipal del próximo año.
Durante el actual gobierno de la Presidenta Bachelet ha quedado en evidencia la incapacidad para anticiparse a los acontecimientos y la improvisación con que se abordan los principales temas de la agenda pública, como lo demuestran los graves problemas de la educación chilena, la seguridad ciudadana y el transporte público; la persistencia de la corrupción, la grosera y reiterada intervención electoral, el sostenido abuso de poder y la intención de "captura del estado".
A los anteriores problemas se agrega ahora la amenaza de una progresiva ingobernabilidad reflejada por la inédita e incomprensible actitud del Partido Socialista, eje del gobierno y en la cual milita la propia Presidenta de la República, de apoyar una movilización convocada para expresar el malestar frente a las principales políticas públicas de su gobierno, incluyendo la reforma previsional.
La actitud del Partido Socialista confirma la división existente al interior de la Concertación y socava aún más el ya debilitado liderazgo presidencial. Los mismos que ayer fracasaron y son responsables de la situación que afecta al país, salen irresponsablemente a las calles a protestar de los resultados de sus propios errores.
2. La Concertación está dominada por una creciente izquerdización y por la hegemonía de grupos que han logrado imponer una agenda radicalizada y contraria a la moderación y la paz asocial que requieren los chilenos.
Tal agenda constituye, adicionalmente, un retorno a las añejas y fracasadas fórmulas del socialismo. Pretender más socialismo para resolver las enormes dificultades que tiene la Concertación es la peor señal que hoy podría recibir el país.
La situación descrita exige una acción política de la Alianza enérgicamente opositora que denuncie con claridad el deterioro del clima de normalidad, indispensable para progresar y aprovechar las oportunidades que el contexto internacional ofrece al país y el desborde planificado de conflictos sociales que debieran encauzarse, como ocurre en toda democracia sana, a través de los mecanismos institucionales correspondientes.
Del mismo modo, comprometemos nuestros mejores esfuerzos para fiscalizar con energía las acciones del Gobierno, en el propósito irreductible de terminar con la corrupción que se ha instalado en nuestro país en los últimos años.
3. Ante el escenario, la Alianza continuará acentuando ante el país, con espíritu constructivo, sus propuestas de solución a los problemas que aquejan a los chilenos para permitir a la ciudadanía contrastar las marcadas diferencias contenidas en tales propuestas programáticas. Así como lo hemos hecho en el tema educacional, en el trato a la delincuencia o en la situación de las Pymes , materias en las que el país ha conocido propuestas sólidas y coherentes, pondremos especial énfasis en avanzar con propuestas en diversos ámbitos de interés nacional, que alimenten la esperanza de que en Chile el futuro puede ser mejor.
En esta etapa la Alianza aspira a que sus propuestas puedan ser comparadas y no confundidas con aquellas impulsadas por una deteriorada Concertación. El proyecto político de la Alianza constituye para los chilenos un camino distinto: significa un cambio en los valores, inspiraciones, ideas, conductas y equipos con que se está gobernando Chile.
4. Para alcanzar los objetivos antes descritos, la Alianza por Chile debe seguir consolidando su acción unitaria.
La madurez de tal proceso y la envergadura de los desafíos antes descritos exigen, por una parte, una actitud de generosidad y respeto mutuo al interior de la coalición, para así permitir la incorporación de nuevos sectores independientes y desencantados de la Concertación, así como para fortalecer y cuidarlos liderazgos internos dentro de nuestra Alianza. En ese espíritu de apertura y respeto mutuo el país podrá confiar en la alternativa que estamos construyendo, por su solidez y fortaleza, la que contrasta con el desorden e indisciplina que tiene fracturada irremediablemente a la Concertación.
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Saludos
Rodrigo González Fernández
www..Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
telefono: 5839786
santiago-chile
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