Los hitos que han marcado a la accidentada carrera presidencial de la Alianza
El nombramiento de Evelyn Matthei como candidata de la UDI es apenas el más reciente entre diversos y sorpresivos episodios en la campaña del oficialismo. Y, seguro, tampoco es el último.
La bajada de Golborne fue uno de los primeros hitos de esta carrera presidencial oficialista.
Foto: La Segunda (archivo)
Longueira celebrando su triunfo del 30 de junio. Diecisiete días después, anunciaría su renuncia a la candidatura presidencial.
Foto: Héctor Yáñez, El Mercurio
SANTIAGO.- El 5 de noviembre pasado el Presidente Sebastián Piñera realizó su tercer cambio de gabinete, ajuste que marcó la salida de los en ese entonces ministros de Defensa y Obras Públicas, Andrés Allamand y Laurence Golborne, respectivamente.
De ese modo comenzó oficialmente la carrera presidencial en la Alianza, una disputa entre RN y la UDI que por momentos se desarrolló sin tregua, con ambos abanderados intentando posicionarse y diferenciarse en relación con el otro.
Sin embargo, quien viera las proclamaciones de ambos candidatos difícilmente pensó que esta carrera que empezó en el mismísimo Palacio de La Moneda tendría finales y protagonistas ciertamente insperados. Revisa aquí algunos de los hechos más importantes que han marcado la carrera presidencial de la Alianza.
La caída de Golborne
Una vez iniciada la carrera presidencial en el oficialismo, uno de los primeros puntos de tensión entre ambos candidatos fueron los desacuerdos frente a cuántos debates presidenciales realizar. Mientras Golborne propuso a inicios de marzo la realización de un solo encuentro, 24 horas después que se inscribieran todas las candidaturas, Allamand apostaba por 15 foros regionales.
Pero el punto de inflexión en esta carrera fue uno que significó el primer golpe grave para la UDI, a fines de abril: la definitiva caída de su hasta entonces candidato, Laurence Golborne.
Todo comenzó con el fallo de la Corte Suprema contra Cencosud por cobros de comisiones en tarjetas de crédito y cláusulas abusivas en 2006, cuando el ex abanderado era gerente general de la compañía. A esto se sumaron informaciones de prensa que revelaron que el ex secretario de Estado tenía una sociedad en las Islas Vírgenes —paraíso fiscal—, que no declaró mientras estaba en el gabinete.
Estos hechos fueron duramente criticados por Andrés Allamand, lo que provocó una fuerte tensión en la Alianza y, para algunos, el primer quiebre en el interior del sector. Todo culminaría, finalmente, con la salida de Golborne de la carrera presidencial.
Entra un nuevo candidato
Con el ex ministro ya fuera de carrera, la UDI busca un nuevo candidato, el que esta vez sale de sus propias filas, como una figura que representa a cabalidad el ADN del gremialismo y que lograría la ansiada meta de reencantar y movilizar a las bases: Pablo Longueira.
El entonces ministro asume la petición de su partido el 29 de abril, apenas momentos después de que el hombre que alcanzó alta popularidad tras el rescate de los mineros bajara su candidatura, lo que generó una serie de críticas desde el sector opositor.
Con la llegada del entonces ministro de Economía, se inicia una campaña menos confrontacional y más centrada en alzarse como la mejor alternativa para competir contra Michelle Bachelet en las elecciones de noviembre. Así, mientras uno buscaba al "centro político", el otro llamaba al "centro social".
Triunfo gremialista y molestia con Allamand
Con las candidaturas ya oficializadas y las primarias a la vuelta de la esquina, todo apuntaba a que el ganador sería el abanderado de Renovación Nacional, quien aprovecharía su amplia ventaja temporal a la hora de levantar su campaña, en relación con los dos meses que tuvo el ex ministro de Economía.
Sin embargo, fue Longueira quien se quedó con el triunfo, tras un conteo que por momentos los tuvo peleando voto a voto, y cuyo desenlace terminó provocando una gran desazón en RN. Fue así como la noche del 30 de junio Allamand se trasladó hasta la sede de la UDI para felicitar a su ex rival, gesto que realizó en privado, pues se rehusó a tomarse una "foto oficial" junto al vencedor, tal como le habría pedido Joaquín Lavín —ex jefe de campaña gremialista—. Según trascendió, el ex presidenciable de RN se habría molestado tanto esa noche con la actitud del ex alcalde, que hasta tuvieron un fuerte intercambio de palabras.
Días después de la derrota, ocurre otro hecho inesperado: Pese a que había dicho que de perder en las primarias no se presentaría en una elección parlamentaria, Andrés Allamand decide postular al Senado por Santiago Poniente, ocupando el espacio que hasta ese entonces tenía la ex ministra Catalina Parot.
El desenlace más inesperado
Con la victoria abrochada, comenzaba ahora la campaña de Pablo Longueira como el candidato único del oficialismo para las presidenciales de noviembre. Pero como ha sido la tónica de esta carrera presidencial, ocurre otro hecho sorpresivo que remeció el piso de la Alianza.
El miércoles 17 de julio la UDI anunció la renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial, a causa de una severa depresión que lo aqueja, noticia que estremeció al mundo político y que cambió el escenario electoral de manera rotunda.
Así, los posibles escenarios abrían la opción a que ambos partidos presentaran un abanderado único o a que lancen candidaturas por separado. Los nombres eran variados, pero los que tomaron más fuerza fueron Evelyn Matthei y Andrés Allamand.
Aquí, el golpe lo dio la UDI, proclamando como su candidata a la hasta entonces ministra del Trabajo, quien alguna vez expresó sus propias diferencias con su partido, tanto como para afirmar que en el gremialismo "no me quieren".
La designación de Matthei desató una serie de críticas de parte de RN, que buscaban un diálogo para tener un abanderado de consenso. Es más, Andrés Allamand había afirmado que sólo repostularía a La Moneda de existir unidad entre los partidos de la Alianza.
¿Terminó, entonces, esta teleserie? Por supuesto que no. Ahora queda ver qué pasará en el agitado oficialismo, y qué decisión tomará cada partido en relación con la propuesta de su aliado.
De ese modo comenzó oficialmente la carrera presidencial en la Alianza, una disputa entre RN y la UDI que por momentos se desarrolló sin tregua, con ambos abanderados intentando posicionarse y diferenciarse en relación con el otro.
Sin embargo, quien viera las proclamaciones de ambos candidatos difícilmente pensó que esta carrera que empezó en el mismísimo Palacio de La Moneda tendría finales y protagonistas ciertamente insperados. Revisa aquí algunos de los hechos más importantes que han marcado la carrera presidencial de la Alianza.
La caída de Golborne
Una vez iniciada la carrera presidencial en el oficialismo, uno de los primeros puntos de tensión entre ambos candidatos fueron los desacuerdos frente a cuántos debates presidenciales realizar. Mientras Golborne propuso a inicios de marzo la realización de un solo encuentro, 24 horas después que se inscribieran todas las candidaturas, Allamand apostaba por 15 foros regionales.
Pero el punto de inflexión en esta carrera fue uno que significó el primer golpe grave para la UDI, a fines de abril: la definitiva caída de su hasta entonces candidato, Laurence Golborne.
Todo comenzó con el fallo de la Corte Suprema contra Cencosud por cobros de comisiones en tarjetas de crédito y cláusulas abusivas en 2006, cuando el ex abanderado era gerente general de la compañía. A esto se sumaron informaciones de prensa que revelaron que el ex secretario de Estado tenía una sociedad en las Islas Vírgenes —paraíso fiscal—, que no declaró mientras estaba en el gabinete.
Estos hechos fueron duramente criticados por Andrés Allamand, lo que provocó una fuerte tensión en la Alianza y, para algunos, el primer quiebre en el interior del sector. Todo culminaría, finalmente, con la salida de Golborne de la carrera presidencial.
Entra un nuevo candidato
Con el ex ministro ya fuera de carrera, la UDI busca un nuevo candidato, el que esta vez sale de sus propias filas, como una figura que representa a cabalidad el ADN del gremialismo y que lograría la ansiada meta de reencantar y movilizar a las bases: Pablo Longueira.
El entonces ministro asume la petición de su partido el 29 de abril, apenas momentos después de que el hombre que alcanzó alta popularidad tras el rescate de los mineros bajara su candidatura, lo que generó una serie de críticas desde el sector opositor.
Con la llegada del entonces ministro de Economía, se inicia una campaña menos confrontacional y más centrada en alzarse como la mejor alternativa para competir contra Michelle Bachelet en las elecciones de noviembre. Así, mientras uno buscaba al "centro político", el otro llamaba al "centro social".
Triunfo gremialista y molestia con Allamand
Con las candidaturas ya oficializadas y las primarias a la vuelta de la esquina, todo apuntaba a que el ganador sería el abanderado de Renovación Nacional, quien aprovecharía su amplia ventaja temporal a la hora de levantar su campaña, en relación con los dos meses que tuvo el ex ministro de Economía.
Sin embargo, fue Longueira quien se quedó con el triunfo, tras un conteo que por momentos los tuvo peleando voto a voto, y cuyo desenlace terminó provocando una gran desazón en RN. Fue así como la noche del 30 de junio Allamand se trasladó hasta la sede de la UDI para felicitar a su ex rival, gesto que realizó en privado, pues se rehusó a tomarse una "foto oficial" junto al vencedor, tal como le habría pedido Joaquín Lavín —ex jefe de campaña gremialista—. Según trascendió, el ex presidenciable de RN se habría molestado tanto esa noche con la actitud del ex alcalde, que hasta tuvieron un fuerte intercambio de palabras.
Días después de la derrota, ocurre otro hecho inesperado: Pese a que había dicho que de perder en las primarias no se presentaría en una elección parlamentaria, Andrés Allamand decide postular al Senado por Santiago Poniente, ocupando el espacio que hasta ese entonces tenía la ex ministra Catalina Parot.
El desenlace más inesperado
Con la victoria abrochada, comenzaba ahora la campaña de Pablo Longueira como el candidato único del oficialismo para las presidenciales de noviembre. Pero como ha sido la tónica de esta carrera presidencial, ocurre otro hecho sorpresivo que remeció el piso de la Alianza.
El miércoles 17 de julio la UDI anunció la renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial, a causa de una severa depresión que lo aqueja, noticia que estremeció al mundo político y que cambió el escenario electoral de manera rotunda.
Así, los posibles escenarios abrían la opción a que ambos partidos presentaran un abanderado único o a que lancen candidaturas por separado. Los nombres eran variados, pero los que tomaron más fuerza fueron Evelyn Matthei y Andrés Allamand.
Aquí, el golpe lo dio la UDI, proclamando como su candidata a la hasta entonces ministra del Trabajo, quien alguna vez expresó sus propias diferencias con su partido, tanto como para afirmar que en el gremialismo "no me quieren".
La designación de Matthei desató una serie de críticas de parte de RN, que buscaban un diálogo para tener un abanderado de consenso. Es más, Andrés Allamand había afirmado que sólo repostularía a La Moneda de existir unidad entre los partidos de la Alianza.
¿Terminó, entonces, esta teleserie? Por supuesto que no. Ahora queda ver qué pasará en el agitado oficialismo, y qué decisión tomará cada partido en relación con la propuesta de su aliado.
Fuente:EMOL
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU(
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