Intento de suicidio de sacerdote Luis Eugenio Silva sacude a Iglesia
El miércoles, el religioso recibió en su parroquia un llamado de monseñor Ezzati, quien le comunicó que un canal de televisión lo estaba investigando.
por J. Poblete, C. Argandoña, P. Muñoz y G. Vergara
Ampliar La noche del miércoles, el sacerdote Luis Eugenio Silva (70) recibió un llamado telefónico de monseñor Ricardo Ezzati. El arzobispo de Santiago -indicaron fuentes cercanas a la Iglesia que pidieron no ser identificadas- le dijo al clérigo que tenía una información sensible que comunicarle: un canal de TV preparaba una investigación respecto de él.
Horas más tarde, una de las empleadas de la iglesia Sagrada Familia de Lo Barnechea pasó por la cocina del templo. Fue entonces cuando encontró al presbítero: Silva tenía cortes en las manos y en el cuello.
El sacerdote, con 42 años como clérigo, fue trasladado a la Clínica Alemana y ayer por la mañana derivado a la sede de San Carlos de Apoquindo de la Clínica de la U. Católica.
Ezzati fue informado esa misma noche de la situación.
El obispo auxiliar de Santiago, Cristián Contreras, fue uno de los que lo visitaron ayer. Según fuentes del Arzobispado, el presbítero estaba consciente y le hizo al obispo una afirmación: las acusaciones en su contra, por supuestos actos ocurridos en los 80, eran falsas. Estas acusaciones, que Silva manejaba desde hace más de un mes y que provenían desde su entorno cercano, se habrían sumado a la fuerte depresión por la que atravesaba el párroco, aquejado de un cáncer a la piel.
Por la tarde, Contreras leyó una declaración en el edificio del Arzobispado. Ezzati no estaba presente. El obispo auxiliar dijo que Silva "intentó atentar contra su vida aquejado de un profundo cuadro depresivo provocado por un cáncer que lo afecta desde hace algún tiempo y por una angustiosa situación personal". Agregó que, por eso, desde hace unos 45 días Silva recibía un proceso de acompañamiento del Arzobispado, por cuenta de sacerdotes amigos. Uno de ellos sería Juan Debesa.
Sobre la conversación con Silva, Contreras señaló que estaba "muy apenado por su situación", pero también "pensando en un futuro mucho mejor, también, para su salud física y síquica".
Además, aseguró que la versión sobre supuestas acusaciones "son rumores. El Arzobispado no ha recibido denuncias al respecto", y recalcó que no existen investigaciones eclesiásticas contra Silva y que no las ha habido en el pasado, "que yo recuerde, no".
El vicario pastoral del Arzobispado, Cristián Precht, llegó a las 19.00 de ayer a la Clínica UC, donde se encontraban familiares del clérigo. A la salida, relató que, en presencia de un médico, conversó brevemente con él: "Está consciente de lo que hizo y me dijo 'no sé qué me pasó. No sé en qué estuve. De repente se me vino todo a negro'". Añadió que se enteró del intento de suicidio el mismo miércoles, mientras cenaba en casa de Ezzati.
Sobre cuándo recibirá el alta, indicó que "creo que en pocos días, porque gracias a Dios lo trajeron a tiempo para acá, entonces no tiene una situación traumática grave. La parte sicológica claramente que sí".
Pasadas las 20.00 llegó a la clínica el abogado Herman Chadwick, quien señaló que "el padre Luis Eugenio había tenido bastante presión en el último tiempo por algunos rumores que había respecto a reportajes y cosas de televisión donde podría su figura haber aparecido con algunos problemas. Por eso se dijo que había una situación personal de por medio y que lo llevó a tomar una determinación".
Sobre la veracidad de las acusaciones de abuso, dice que lo conversó con la familia del religioso y que le dijeron que era "absolutamente falso".
Durante el día lo había visitado también el sacerdote Gabriel Guarda.
La última clase
A las 8.30 del miércoles, Luis Eugenio Silva dictó su habitual clase de Etica ante los alumnos de Comunicaciones de la UC. Uno de ellos era Maximiliano Arce, quien ayer relató que era una cátedra corriente, pero en los últimos minutos habló sobre el suicidio. "No nos pareció raro, porque en sus clases puede hablar de muchos temas y él no tiene trabas para eso. Llegó al tema del suicidio y, en definitiva, dijo que era atentar contra lo más sagrado que tenía nuestra especie humana, que era la vida".
Agregó que "también hizo alusión al empresario Ernesto Rossetti (quien se suicidó el fin de semana ingiriendo cianuro). Contó que se había conseguido cianuro y que era muy díficil conseguirlo".
Horas más tarde, Silva atentó contra su vida. Tras enterarse de esto, su alumno recordó otra frase de su profesor: "Que la Iglesia no condenaba el suicidio en sí, si uno se encontraba en un estado de presión". Tras esta afirmación, dijo, Silva terminó antes la clase.
A las 10.00, el vicario de la Zona Cordillera, Fernando Vives, sostuvo la habitual cita con la treintena de sacerdotes del sector, a quienes explicó que Luis Eugenio Silva había intentado suicidarse.
Fuentes eclesiásticas explican que los clérigos reaccionaron con desconcierto y tristeza. También, con dudas. Hubo preguntas sobre los motivos de su decisión y que se mencionaron las versiones informales que lo acusaban de abusos.
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
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