Van dentro de la fila, en orden, pacíficos, mostrando a todos su condición, felices de servir, contentos porque, junto a sus compañeros, le recuerdan a Chile entero que existen las tradiciones y los compromisos, que no han sido olvidados en el país ni el heroísmo ni los rutinarios sacrificios.
De pronto, ven que el cadete de al lado y también el del frente caen de bruces. Han gritado de dolor los heridos, mientras a varios otros se les escapa también un clamor de sorpresa. Y ni siquiera pueden defenderse. ¿Qué está pasando?
Es el odio, que no pasa. Es el odio, que parece quedarse y crecer en nuestro Chile.
Siempre por la espalda, siempre a las pedradas, siempre contra los que se arriesgan por su coherencia, siempre desde la seguridad del que puede después hacerse la víctima de la represión.
Los cadetes de la Escuela Naval han quedado incorporados al grupo de los numerosos objetos del odio en Chile. Un 21 de Mayo, justamente cuando correspondía que todos les manifestaran admiración y gratitud, apoyo y ánimo, comenzaron a compartir la triste condición de tantos otros que ya han sufrido antes el odioso sectarismo. Niebla mortífera, lo llamó Gonzalo Vial.
Porque son odiados los políticos que promueven la vida y la familia. En vez de argumentarles, se les espeta que sólo defienden sus posturas porque han tenido una vida exitosa en esos planos, que quieren imponer convicciones minoritarias, que son insensibles para el dolor ajeno. Fundamentalistas, integristas...
Porque son odiados los partidarios de la reconstrucción de Chile que condujera el Presidente Pinochet, hagan los matices que hagan sobre el tratamiento de los subversivos de izquierda en esos años. Y, muy especialmente, son odiados todos los que participaron en ese gobierno, que se inició con 75 por ciento del apoyo popular y mantuvo el 43 por ciento hasta sus días finales. Dictadores, criminales...
Porque son odiados los eclesiásticos que recuerdan la existencia de un Dios tan bondadoso como exigente, tan Padre como Hermano mayor. Sobre esas recias personalidades eclesiales recae la hiriente descalificación. Inquisidores, dogmáticos...
Porque son odiados los empresarios que generan empleo y ganan dinero. Mucho antes de analizar su comportamiento concreto respecto de la justicia social, ya han sido enjuiciados y descalificados. Chupasangres, explotadores...
Porque son odiadas las fuerzas policiales a las que, por mandato jurídico y por prudencia política, les corresponde el control del orden público y el resguardo de la paz ciudadana. Asesinos, represores...
Porque son odiados los intelectuales que -con dependencia de la verdad razonable y con independencia de todos los poderes- se atreven a mostrar la mediocridad y la inconsecuencia, argumentando sin odio, pero sacando las necesarias ronchas después de quitar las costras de la hipocresía. Apitutados, soberbios...
Porque son odiados los profesores que intentan mantener la disciplina escolar básica, seguros de que gran parte de su trabajo consiste en formar caracteres, para que, al explicar las materias, esos contenidos sean aprovechables por voluntades firmes. Insensibles, autoritarios...
El instrumento del odio es siempre una piedra, aunque a veces se disfrace de palabra. No hay oración discursiva, dialogante, abierta al otro: el sujeto, el verbo y el predicado están ausentes. Basta con una simple interjección con apariencia de sustantivo; el odio es verbalmente minimalista, se contenta con poco.
A veces, las piedras vienen del manifestante callejero; otras del escritor de posteos; no faltan en los patios universitarios. Duras, hirientes, inertes.
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN .
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
- PUEDES LEERNOS EN FACEBOOK
CEL: 93934521
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO - GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES , asesorías a nivel nacional e internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile
No comments:
Post a Comment