 | | Andrea Molina y su primer mes como diputada: "Acá todo es más sano" |  | |
Lo dice una mujer que supo de las luchas de egos que se dan en la televisión. Hoy, de lleno en la política, estudia y corre por los pasillos del Congreso al punto de asegurar que "esta pega implica mucho más estrés que la tele".
|  | Por Marcela Soto O.
Piso 12, oficina 10, orientación sur, vista amplia a los cerros porteños.
Esas son las coordenadas de martes a jueves de la diputada por la UDI, Andrea Molina.
Ahí se instaló el 11 de marzo y hasta allá ha llevado su onda, su estilo. Primero aplicó feng shui y cambió de ubicación el escritorio. "Porque en el año del tigre, las energías vienen del sur y como yo soy perro y me llevo muy bien con el tigre, está todo dado para que me vaya bien", es su explicación.
Son las 9.30 de la mañana y hace media hora que Andrea abrió su maletín y distribuyó documentos sobre su escritorio. Ya aplicó aromaterapia a su oficina y un rico olor inunda el ambiente, lo mismo que la suave música que escapa de su Iphone. Eso sí, aún no ha probado ni uno de los chocolates que estratégicamente guarda en un cajón. Ese gusto vendrá después.
No cabe duda que es un espacio ciento por ciento femenino. "Me traje un poco de mi mundo hasta acá, que es un lugar en el que me he llevado muchas y gratas sorpresas. Aclaro que no llegué acá con el prejuicio de que acá se trabaja poco, pero nunca me imaginé que se trabajaba tanto".
Por eso se impuso una hora de cierre. "Eso fue algo que me autoimpuse. Todos los días trato de salir a las siete y media de la tarde, salvo que tenga algo tremendamente urgente. Así puedo llegar a ver a mis niñas (de 4 y 10 años), acostarlas y muchas veces dormir con alguna de ellas".
Con esta declaración Andrea Molina, la otrora showoman, protagonista de la serie "Sussy", conductora de "Hola Andrea", deja entrever que está en período de ajuste, que aún se mueve entre el deber, el poder y el querer. Sabe que es como un pajarito nuevo, queriendo aprender rápido, queriendo cumplir con todo. Tiene muy claro que no serán pocos los ojos que pondrán atención a su desempeño, para ver cuán eficiente o no resulta esta nueva parlamentaria que llegó precedida de la fama que consiguió con sus programas en televisión.
"Hice ese análisis las primeras semanas, cuando me ví con todo encima, de hecho, aún estoy en una vorágine tremenda: con las sesiones en la sala, con la formación de comisiones, viendo qué proyectos de ley armar, cómo organizar mi distrito y paralelamente viendo cómo conseguir que nada de eso afecte a mi familia. Definitivamente esta pega implica mucho más estrés que la tele".
Y dice que hasta el momento siente que se la ha podido, aunque está al debe con ella misma. "No he logrado organizarme con la parte más mía, con eso aún no doy en el clavo. Por eso creo que estoy al debe conmigo, estoy tratando de manejar todos mis frentes. Por un lado, mi trabajo, mi salud, y mi familia, que es por lejos lo más importante, porque no quiero perderme el tiempo con mis niñas, porque quiero cuidar mi matrimonio. Entonces tengo que detenerme cada tanto para preocuparme de mí y recordarme que hay límites, que hay cosas que voy a entender, otras que no, que no debo desesperarme".
Cuenta que ya pasó el período en el que se perdía por los pasillos del Congreso y que en términos domésticos se siente cada vez más cómoda en su nueva casa.
"No he tenido problemas, tengo muy claro cómo se vota, qué indica cada color del panel. En eso no he tenido problemas, pero sí en ubicarme, aún hay muchas partes del Congreso que no conozco".
-¿Cómo ha sido el arribo al centro del poder y a un lugar en el que los egos también son fuertes, casi tanto como en la TV?
-Hasta el momento he visto diferencias sólo en los puntos de vista de los parlamentarios, en los manejos políticos. Pero en general hay un muy buen ambiente, de mucho respeto, de mucho compañerismo. A muchos parlamentarios los conocí cuando hacía el "Hola Andrea", muchos de ellos ni siquiera eran parlamentarios en ese tiempo y ahora los vuelvo a encontrar y nos abordamos de igual a igual. Yo planteo mis temas con respeto y me he sentido respetada.
-¿Has notado algún prejuicio producto de tu pasado tan ajeno a la política?
-Por el contrario, he sido tratada con cariño, todos han sido muy apoyadores. Me dicen que pregunte todo lo que tenga que preguntar, porque es parte de mi aprendizaje. No he tenido problemas con nadie y no he sentido una extraña aquí.
"Banco de horas extra", su primera propuesta
Y hay colegas que ya la señalan como una alumna aplicada (ver recuadro). Actualmente integra la comisión de cultura, la comisión de recursos naturales y la comisión de relaciones exteriores.
En su labor parlamentaria es asesorada muy de cerca por el equipo de la Fundación Jaime Guzmán, y reconoce que su compañero de lista en las pasadas elecciones, Marcelo Forni, sigue siendo una pieza clave en esta etapa.
"El siempre está ahí aportando ideas, dando consejos, guiándome en el trabajo parlamentario".
De hecho, tiene muy claro que lo suyo será la agenda pro familia y en esa línea está afinando un proyecto titulado "Banco de horas extraordinarias: derechos comparados, implicancias regulatorias en Chile". Una propuesta que pretende que las mujeres con hijos menores de cinco años decidan qué destino dar a sus horas extras. "Por ejemplo, decidir cuántas horas extras quiero que me las paguen y cuántas voy a reservar o guardar para usarlas en aquellos momentos en los que tenga que por motivos familiares ausentarme", explica.
-¿Qué aspectos de la dinámica parlamentaria te han resultado incómodos o de frentón te desagradan?
-A veces me pregunto si tal o cual propuesta es tan necesaria en el momento coyuntural que vive el país. Por ejemplo, ¿es tan urgente plantear cambiarle el nombre a un aeropuerto habiendo tantos temas mucho más urgentes? Es el tipo de preguntas que me hago, porque como uno viene recién entrando tiene la sensación de que hay mucho por hacer. Pero tengo claro que esa impresión está muy relacionadas con el ímpetu con el que uno llega y uno tiene que aprender que acá la dinámica es un poco distinta.
-Más bien, muy distinta a la de la TV, en donde tú eras el gran rostro y por quién pasaban muchas de las decisiones.
-Por cierto, eso es lo primero, acá ninguna decisión pasa sólo por ti. Uno es el puente para conectar las problemáticas de tu zona con aquellos que pueden dar las soluciones, tienes que golpear puertas, escuchar muchas opiniones, consensuar y en ese sentido voy en paz, buscando los acuerdos.
Dice que la gente ha entendido su nuevo rol y que si bien podrían pedir su ayuda, más que a otros parlamentarios, tienen claro que acá nada es como la televisión, cuando ella llamaba y en cuestión de minutos solucionaba todo tipo de problemas.
-"Curiosamente, la gente tiene claro mi nuevo rol, y si no es así uno tiene que comunicar bien cuáles son tus reales atribuciones, qué es responsabilidad de un diputado y qué no".
¿Dónde quedó la tele?
-En este nuevo escenario ¿cuáles son tus hábitos de consumo televisivo?
-La verdad es que veo muy poca televisión, básicamente porque siento que la potencia de ese medio se está perdiendo. Creo que hay muy pocos espacios con un contenido real y que no nos golpean sólo desde el morbo.
-¿Mantienes vínculo con alguien de ese medio?
-Muy poco, diría que la televisión ya no es tema. Nunca tuve muchos amigos ahí. Ese era un lugar en el que me desarrollaba y trabajaba, en el que tenía conocidos, pero mis amigos del alma son contados con los dedos de las manos.
-Y, comparativamente, ¿te será más fácil hacer amistad en el Congreso que en televisión?
-Puede ser, porque acá podemos tener puntos de vista distintos, pero nos mueve el bien común y en ese sentido es más fácil desarrollar fiatos o confianzas. En cambio, en televisión el tema del rating era tremendo, eras tú o el de la competencia, no había por dónde. Siento que en ese sentido acá todo es más sano, son muchas las personas que estamos involucradas en la labor parlamentaria, 120 sin ir más lejos. En televisión los rostros son muy pocos, entonces se exacerban mucho más los egos.
-¿Y acá no?
-Sí, acá también está el ego y el juego del poder, pero se dan de otra manera. Acá se defienden ideas, postulados, las peleas tienen más sentido, te mueve un ideal de país.
-En televisión el impacto o acierto de tu trabajo lo medías por el rating, ¿cómo mides acá tu desempeño?
-Ahora todo es cosa de percepción y en mi caso esa percepción es buena, lo veo cuando estoy en mi distrito, al que voy sagradamente todas las semanas. Hoy en día estoy en el lugar que quiero estar, me siento feliz y cómoda, siento que tengo mucho que aportar. Por ese lado diría que mi rating es bueno. Y ríe.
(Continúa en la página 67) Sus compañíasDe a poco ha ido tomando posesión de este nuevo territorio. Plantas y aromas la acompañan, estos últimos son parte del stock con el que quedó luego de cerrar su tienda de aromaterapia Bella Vida.
Aún en su oficina no hay fotos familiares, pero en su estante destaca una de Jaime Guzmán.
Los chocolates que guarda en un cajón son parte de los gustos que se da.
La parlamentaria chicSi bien hay quienes dicen que en sus primeros días en el Congreso más de alguien le pidió tomarse una foto, ella desmiente el cuento. Sí se sonríe cuando se le señala como una parlamentaria estilosa, que llama efectivamente la atención.
"El tema del look es relativo, yo diría que tiene que ver con ubicarse en el lugar en el que estás. Estoy en el Congreso, fui elegida por la gente y tengo que dar un ejemplo y eso no pasa por dejar de ser quien eres: no voy a dejar de ser femenina, preocupada de verme bien, pero del mismo modo voy a ser seria, sin ser grave. ¡A qué mujer no le gusta verse bien!, y a eso súmale que para mí es un honor ser diputada, que me siento orgullosa y eso se me tiene que notar".
La mirada de los honorables
Patricio Melero (jefe de bancada UDI): Andrea tiene especial facilidad para relacionarse con las personas, tanto al interior de la UDI como con nuestros adversarios políticos. Es flexible para escuchar, pero a su vez resuelta para resolver. Como todos los debutantes, está muy dispuesta a consultar y aprender del proceso legislativo y la dinámica del trabajo y ha tenido la modestia de entender que en los primeros pasos es bueno preguntar antes de actuar. Ha sido, sin duda, una diputada muy colaboradora.
Carlos Montes (Diputado PS, uno de los mejor evaluados en las encuestas de La Segunda ): En la sala todavía no se ha expresado, tampoco hemos coincidido en ninguna comisión, pero al menos la veo con una disciplina personal bien marcada. Tiene esa actitud de entender lo que está pasando e involucrarse en los temas antes de emitir una opinión. Eso se ve. Ahora, cuánto va a aportar está por verse, pero se le ve concentrada y eso es un buen antecedente.
Juan Luis Castro (Diputado PS, también nuevo en el Congreso ): Los dos estamos en la misma, nos cuesta acostumbrarnos a un sistema donde hay mucha retórica. Hay toda una estructura pesada y burocrática, entonces es difícil adaptarse. Andrea es una mujer que viene del mundo de la ayuda social, de la comunicación y pienso que así como ella somos 40 los que estamos buscando nuestro espacio. En ese escenario a ella la he visto bien, entusiasmada, participando, asistiendo. Hay que dejar que corra más tiempo para ver en qué temas se va a especializar.
Juan Carlos Latorre (Diputado DC): Tengo la mejor impresión de Andrea. Su dedicación y presencia en la Cámara y el esfuerzo que está haciendo por cumplir con su rol parlamentario, me parece notable. Espero que le vaya bien como diputado. La he visto trabajando con sencillez y muy dedicada a estudiar distintos temas y eso es muy bueno en esta etapa.
(Parlamentarias consultadas, optaron por no participar de este reportaje).
La agenda1
-Aprovechó la presencia de la ministra del Trabajo en el Congreso, para solicitarle que le diera una audiencia: lo consiguió, la recibe la próxima semana. 2- Como parte de la comisión de Cultura, en una reunión con el ministro Luciano Cruz- Coke. 3- Junto con todas las parlamentarias en almuerzo con la ministra del Sernam. 4- En audiencia con microbuseros de su distrito, a quienes comprometió su ayuda para solucionar los problemas de seguridad que les afectan.
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