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John McCain obtuvo en la noche del jueves una audiencia récord con el discurso con el que aceptó la nominación republicana para las elecciones presidenciales, quebrando la marca impuesta la semana pasada por el demócrata Barack Obama, según Nielsen Media Research.
La firma asegura que 38,9 millones de estadounidenses siguieron el mensaje que McCain dio en St. Paul, Minnesota, contra los 38,3 millones que hicieron lo propio la semana pasada con Obama en Denver, Colorado. El republicano logró una mayor audiencia que su rival, pese a que su discurso fue transmitido por 8 cadenas de televisión, mientras que el del demócrata, por 10 estaciones.
En tercer lugar quedó la compañera de fórmula de McCain, Sarah Palin, cuyo discurso convocó a 37,2 millones de televidentes, mientras que el del aspirante demócrata a la Vicepresidencia, Joe Biden, fue visto por 24 millones de norteamericanos.
El discurso de McCain tuvo más televidentes en EE.UU. que eventos como la apertura de los Juegos Olímpicos (34,9 millones de televidentes), la entrega de los Oscar (32 millones) o el programa televisivo "American Idol" (28,1 millones de promedio en la temporada), destacó Nielsen.
Pero McCain rompió otro récord: nunca una noche de las convenciones demócratas o republicanas realizadas en el país había tenido tanto rating.
En 2004, el discurso de aceptación de la candidatura del demócrata John Kerry fue visto por un poco más de 20 millones de personas, mientras que el de George W. Bush tuvo una audiencia de 27,6 millones.
En 2000, el discurso del candidato demócrata Al Gore fue visto por 21,8 millones de televidentes, contra los 18 millones que vieron el de Bush, quien era su rival electoral.
Según Nielsen Media Research, McCain habría recibido una "ayuda" de la programación televisiva, ya que su discurso fue transmitido pocos minutos después del final del partido inicial de la temporada de fútbol americano entre los Giants de Nueva York y los Redskins de Washington DC.
Descontando la jornada de inicio de la Convención Republicana, cuyas actividades y discursos se restringieron al máximo debido al huracán Gustav, la cita partidaria tuvo un promedio de 34,4 millones de televidentes. Los cuatro días de la cita demócrata, en tanto, tuvieron un promedio de teleaudiencia de 30,2 millones.
Terminadas las convenciones, los próximos eventos políticos que concentrarán la atención de los televidentes serán los tres debates presidenciales, el primero de ellos, el 26 de septiembre.
Todos quieren que su campaña represente el cambio
Compitiendo ya en la recta final de la carrera a la Casa Blanca, el primer título que buscan ganar el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama es el del candidato del cambio. Y probablemente quien lo consiga será el que se quede con el premio gordo.
Porque entre los logros de la Convención Republicana de esta semana fue dejar en un segundo plano la imagen de McCain como el avezado senador y héroe de guerra que quiere poner al servicio del país su experiencia y que pelea contra Obama, un senador novato que quiere ir contra los vicios de Washington y pasar la página de los ocho impopulares años de George W. Bush.
Ahora, el mensaje de los dos candidatos es que quieren reformar Washington y llevar nuevos aires al gobierno, con la esperanza de conquistar a los independientes que serán decisivos en el resultado de las presidenciales del 4 de noviembre. La elección se trata -en la voz de los propios republicanos- de escoger entre el cambio (que promete Obama) y "el mejor cambio" (de McCain).
McCain lo dijo en su discurso de aceptación el jueves en la noche: "Permítanme una advertencia al Washington antiguo, gastador, que no hace nada, que se pone a sí mismo primero y al país segundo: el cambio está llegando".
La clave en el impresionante giro de los republicanos fue la designación de Sarah Palin como compañera de fórmula de McCain. La escasamente conocida gobernadora de Alaska -tan alejada de Washington como su estado- entró a la apuesta republicana aportando sus credenciales de reformista, que ha luchado contra los intereses especiales y como la única en las dos parejas presidenciales con experiencia ejecutiva.
Así, su primera gran contribución fue ser el rostro fresco y joven que urgentemente necesitaba una campaña criticada por proponer de Presidente a un hombre de 72 años que lleva casi 30 en el Capitolio y que ha tenido en cuatro oportunidades cáncer a la piel.
Pero no fue la única contribución. Sarah "Barracuda" -un apodo de su juventud, en honor a un pez voraz y agresivo- es también una conservadora en temas sociales, como el aborto, los matrimonios homosexuales y la investigación con células madre. Su historia familiar la mostró además como una ciudadana promedio que entiende de qué se trata criar cinco hijos sin dejar de lado su trabajo. El ala más derechista de los republicanos, a la que pertenecen los grupos religiosos que llevaron a Bush al poder, está feliz con Palin. Ella responde a las dudas que tenían sobre McCain, del ala más liberal.
Con Palin, comentaron analistas en los medios estadounidenses, es posible que despierte no sólo el entusiasmo que les faltaba a los republicanos para esta elección, sino que también el voto femenino más conservador, que hasta ahora no estaba del todo decidido a votar por McCain, ni por nadie más.
De paso, deja en libertad a McCain para reclamar su rol como el político independiente que ha sido desde que llegó al Capitolio en 1982, defendiendo en varias oportunidades proyectos bipartidistas que no seguían la línea del liderazgo republicano.
Con eso en la mano, McCain se puede enfrentar a Obama para competir por el título del candidato del cambio que el demócrata se apropió a principios de la campaña y que ya no podrá llevar exclusivamente hasta el final de la carrera. Al menos, no sin pelea.
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ENCUESTA
Según un sondeo Gallup publicado ayer, los 8 puntos que Obama le sacaba a McCain a principios de semana se redujeron a cuatro (48% vs. 44%).
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EN CIFRAS
8
cadenas de TV transmitieron el discurso de McCain. El de Obama fue transmitido por 10 estaciones.
34,4
millones de televidentes como promedio tuvo la Convención Republicana, y 30,2 la demócrata.
37,2
millones de televidentes vieron el discurso de Sarah Palin, y 24 millones el de Joe Biden.
818
personas fueron detenidas por la policía durante el desarrollo de la Convención Republicana.
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ANTECEDENTE
La convención que tuvo la audiencia más cercana a la de los cónclaves de este año fue la de los republicanos en 1976: 21,9 millones de televidentes, donde compitieron Ford y Reagan.
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