LATAM (25/09/07) 'La labor social a veces es más bien un arma de doble filo'. Así lo cree Mercedes Korin, creadora del Mapeo de Promotores de Responsabilidad Social al hablar sobre la buena imagen que pueden generar las labores sociales en las empresas. Para Korin, la responsabilidad social más que una moda se está conformando una tendencia, en donde lo que hay que preguntarse es si finalmente se logra consolidar el concepto de responsabilidad social. Para Mercedes, aún existen diversas formas de entender la acción social.
En primer lugar, explíquenos en qué consiste el Mapeo de Promotores de Responsabilidad Social y qué es lo que ofrece. El Mapeo de Promotores es una herramienta de información sistematizada que permite un análisis sobre la promoción de la responsabilidad social empresarial. Primero lo hemos aplicado en Argentina y es lo que aparece publicado en Internet de manera gratuita en el portal mapeo-rse.info. En este país, los promotores son las organizaciones que trabajan por la responsabilidad social empresariales en el ámbito de los organismos públicos, agrupaciones empresariales, consultoras, medios de divulgación especializados, organizaciones de la sociedad civil, y otro tipo de ámbitos. El foco de Argentina tiene un alcance global, ya que muchas de estas organizaciones son internacionales, como por ejemplo las multinacionales.
¿Es aplicable este mapeo a otros países? Inicialmente tiene el foco en Argentina pero metodológicamente se puede adaptar tanto a recortes específicos en responsabilidad social empresarial (RSE) como a otros países o toda la región latinoamericana. Un ejemplo, una empresa que es la agrupación que nuclea a las congregaciones empresariales en las Américas, desde Canadá hasta Argentina, tiene un proyecto con nosotros de hacer una mapeo específicamente sobre el trabajo en red de las empresas en la región para la promoción del RSE.
La metodología también ha sido adecuada para al aplicación de la red en Panamá, donde hicimos un estudio para diagnosticar el potencial institucional en la implantación de prácticas de RSE en este país.
¿Cómo surgió la idea? Yo soy consultora de responsabilidad social empresarial y, más o menos en 2004, organismos públicos de Argentina y algunos organismos internacionales querían que realizara una diagnostico de quién es quién es Argentina. Entonces, fui sistematizando la información de los distintos actores sociales involucrados en esto. Entonces acumulamos un nivel de datos tan alto que creí que podía ser utilizada como bien público. De ahí, la Fundación Avina colaboró con financiamiento para que el Mapeo privado pasase a ser público y pudiese ser utilizado por todos, de acuerdo con los intereses de cada uno. Es útil para investigadores académicos y también para una empresa que quiera saber las dimensiones específicas de la RSE, como el tema de las condiciones labores y con qué organizaciones del ámbito civil poder trabajar sobre este tema.
¿Cómo diría que han evolucionado las alianzas público-privadas en el sentido de la responsabilidad social? En Argentina es interesante la actividad con la que se están encarando estas alianzas. Por ejemplo, hay un movimiento del Ministerio del Desarrollo Social del país, en donde un grupo de empresas que conforman el conjunto empresarial, pueden transmitir conocimientos técnicos y capital social de las organizaciones, tanto grandes como pymes, a microempresas de sectores marginados.
También hay que destacar que, mientras que puede haber circunstancias en que estas mismas entidades tengan fuertes disputas, también y al mismo tiempo y con el mismo gobierno nacional pueden generar espacios que estén blindados de ese tipo de debate o polémica. Es decir, pueden tener fuertes disputas frente a temas fiscales o impositivos pero, al mismo tiempo, pueden sentarse a construir un espacio común.
¿Cree que la responsabilidad social con miras a América Latina se ha convertido en una moda o que realmente forma parte de la estrategia empresarial? Más que moda se está conformando una tendencia. La pregunta es qué contenido tiene esa tendencia y si esa tendencia llega a vaciar el concepto de responsabilidad social empresarial o si, por el contrario, lo consolida. La respuesta es tiene una mezcla de ambas. Especialmente en América Latina, hay empresas que toman la responsabilidad social empresarial casi con exclusividad y como un paso más a lo que sería la filantropía, con una inversión social más estratégica, de alianzas, de medición de impactos, de equiparar el poder
todos eso es un buen paso adelante.
Sin embargo, muchas entidades sólo entienden eso como responsabilidad social empresarial. Entienden la parte social del término como relaciones con la comunidad, que distan de ser tan asistencialistas como en otras épocas y que se basan más en la idea de promoción social y de productividad, pero que no salen de esa inversión, por lo que no se trabaja tanto las condiciones laborales, cadenas de proveedores, trato a los consumidores, medioambiente
Es verdad que las que más se preocupan por el medio ambiente son empresas de servicio, que son las que menos están involucradas en estas operaciones. Por otro lado, hay empresas que sí que están tomando con mucha seriedad este tema y que sí trabajan y van a la vanguardia.
¿Qué países son para usted los que más han ido desarrollando su responsabilidad social empresarial? En América Latina, Brasil está a la cabeza porque desde el inicio una agrupación de empresas son las que dieron el primer paso. Las asociaciones empresariales son claves en esto. Fuera de América Latina, España también está trabajando fuerte en este tema. En el Congreso Internacional de RSE del año pasado, que se hizo en Buenos Aires, buena parte de los colaboradores procedían de universidades y organizaciones españolas, al igual que la mitad de los organizadores. También está Inglaterra, que tiene su propio Ministerio de Responsabilidad Social Empresarial.
¿Ve a las empresas españolas verdaderamente implicadas en la cooperación al desarrollo o lo están mucho más las organizaciones públicas? No sabría qué decirte, porque por ejemplo la Fundación Carolina es mixta. Está tanto el interés público como el privado. Creo que lo importante es que las casas matrices tengan una política regional o global de responsabilidad social empresarial. Por ejemplo, este año se ha lanzado el primer premio latinoamericano de RSE y casi el 90% de las empresas que se postularon eran empresas españolas.
¿Cree que definitivamente este tipo de labores ayuda a las empresas a mejorar su imagen respecto a la sociedad? Depende, porque si hacen labores sociales pero también generan publicidad engañosa o se descubre que las empresas con las que trabajan tienen trabajo esclavo, o este tipo de cuestiones, la labor social dejaría de cobrar importancia, por lo que no creo que genere reputación directa. A veces pienso que es más bien un arma de doble filo. Muchas empresas salen a hablar de estos temas, pero luego hay que responder sobre lo que se dice. Primero hay que hacer y luego decir, ya que si uno dice más de lo que hace, estoy segura de que esto puede ir en su contra.
Hay que trabajar más con los consumidores y la responsabilidad de éstos, con la conciencia que deberíamos tener los consumidores al comprar, porque finalmente son los que hacen que la empresa haga este tipo de labores. Si la empresa baja las ventas porque los consumidores la consideran una empresa irresponsable, éstas comienzan a cambiar. Mientras que si todo se mantiene estable, a pesar de lo que hagan, no se puede modificar nada.
¿Por qué una empresa debe hacer responsabilidad social? En el Congreso algunos hablaban de imperativo moral o imperativo ético, otros dicen que es porque hay empresas exitosas sólo en sociedades exitosas, otros creen que tiene que ver con mejorar el ambiente en el que operan para controlar sus riesgos. Si bajan sus riesgos y, de paso, colaboran para que el país se desarrolle, eso es responsabilidad social empresarial. También hay quien dice que RSE es solamente aquélla que está absolutamente ligada al negocio. Para mi, responsabilidad social empresarial es todo esto junto. Hay muchos que se preocupan por dar una sola definición, cuando realmente una no es excluyente de la otra. Es importante que la empresa tenga claro que puede operar bien siempre que la sociedad en la que trabaja esté saludable, que puede reducir sus riesgos mejorando el desarrollo del país en el que opera y que además lo tome como una cuestión ética. |
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