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En el aeropuerto de Pisco aterrizó ayer el avión Hércules de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), con 20 toneladas de ayuda humanitaria chilena para los damnificados que dejó el terremoto que azotó a Perú el miércoles, lo que se suma a los aportes de otros países, completando apoyos por unos 40 millones de dólares, según dijo el director de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), Agustín Haya de la Torre. La misma nave trasladó también a los familiares de las tres estudiantes de sicología chilenas, quienes arribaban a la ciudad de Ica cuando se produjo el movimiento telúrico que asoló al vecino país, apareciendo como íconos de la presencia de chilenos en Perú en medio de la tragedia, en tanto no establecieron comunicación con sus padres hasta la tarde de ayer, lo que generó enorme preocupación en nuestro país, activando finalmente un operativo de búsqueda y traslado a cargo del cónsul Fernando Zalaquett, quien acompañó a las jóvenes hasta reunirse con sus familias en Pisco. Las alumnas de la Universidad Central, Carolina Merello, Cecilia Moreno, y Josefa Urarte, se encontraban en la localidad de Huacachina, un paraje turístico a sólo cinco kilómetros de Ica, desde donde dijeron les costó comunicarse debido a los problemas para hacer llamadas telefónicas. Las tres se encontraban en perfecto estado e incluso manifestaron a sus padres el deseo de permanecer en el vecino país para colaborar con los damnificados. "Hay que ayudar a Perú, porque ellos lo necesitan mucho", declaró Cecilia Moreno, quien en todo caso debió regresar a Chile al igual que sus dos amigas por no contar con el permiso de la familia para quedarse. Las muchachas, que viajaron al sur de Perú en tanto esperaban el inicio de un congreso universitario en Lima, aseguraron que nada les pasó. Más aún, señalaron hasta que se le puso "mucho color" a su situación, pues únicamente no se comunicaron por los problemas en las líneas telefónicas. Alan García pone "cada cosa en su sitio" La ayuda humanitaria chilena fue recibida en el aeropuerto de Pisco, una de las más castigadas por el sismo, por el presidente peruano Alan García, quien agradeció la solidaridad y separó aguas respecto a las diferencias limítrofes con Chile, enfatizando que se debe ubicar "cada cosa en su sitio". El Mandatario dijo que la ayuda de Chile es "una muestra de fraternidad y acercamiento que valoramos mucho". Consultado por el conflicto con nuestro país, apuntó: "yo pongo las cosas cada una en su sitio. Una interpretación divergente entre dos países hermanos puede ser motivo de una discusión y de una solución jurídica internacional, pero poco tiene que ver con que seamos hermanos o dejemos de ser hermanos". La Presidenta Michelle Bachelet afirmó, desde la Cuarta Región, que "el Perú vive hoy una situación de duelo tremendo", por lo que "lo que corresponde es apoyar, ir en apoyo humanitario y solidario con las víctimas del Perú". Recalcó que "a todos los chilenos nos han impactado las imágenes y la información, los chilenos sabemos lo que es vivir terremotos, hemos vivido terremotos tremendos". La Jefa de Estado apuntó que en la Oficina Nacional de Emergencias del Misterio del Interior (Onemi) "se ha creado una oficina donde se apoya también a muchas de las familias peruanas que viven en Chile, para poder conocer sobre sus familiares, porque sabemos la angustia que deben estar viviendo". La ayuda chilena, preparada por la Onemi consiste en elementos tales como carpas, catres, colchones, pañales desechables, medicamentos y frazadas. | ||||||||||||
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Rodrigo González Fernández
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