Ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, plantea que su objetivo es promover el diálogo social:
"Tenemos una buena relación con el movimiento laboral. ¡Si para eso estamos!"
L. Castañeda y E. Olivares
La autoridad duda de que en Chile la flexibilidad laboral sea menor a la de Dinamarca.
L. Castañeda y E. Olivares
El ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, descarta de plano que recientes sucesos en el conflicto de Codelco -con daños a la propiedad- y la muerte de un trabajador de Bosques Arauco en mayo pasado impliquen una escalada de violencia en el sector laboral y niega rotundamente que sea instigador del movimiento sindical, como en privado han planteado algunos empresarios.
En esta entrevista, el secretario de Estado plantea otra cosa: debe prevalecer el diálogo, que en materia laboral se cristaliza en una negociación. "Tenemos una buena relación con el movimiento laboral, con los sindicatos, los trabajadores. ¡Si para eso estamos! Eso nos permite promover el diálogo", asegura convencido.
Insiste en que la prioridad en materia de negociación colectiva es mejorar la cobertura y calidad, donde "lo razonable es que los trabajadores negocien con aquellos que se benefician del fruto de ese trabajo".
"El Gobierno ha condenado explícitamente la violencia y ha hecho presentaciones ante los tribunales, que es donde se tienen que investigar, establecer las responsabilidades y sancionar a los autores de los hechos de violencia, en tanto son constitutivos de delito. Y la fuerza pública ha estado permanentemente vinculada, actuando con prudencia, porque tampoco se trata de exacerbar la violencia", dice.
Sostiene que no hay que generalizar a partir de estos casos específicos. La movilización que realizaron esta semana los profesores y anteriormente los trabajadores recolectores de basura y el que más del 80% de los casos que negocian y votan la huelga se resuelven por la mediación de la Dirección del Trabajo, en su opinión confirman que en el país hay pocos conflictos laborales. "En Chile no tenemos una situación de movilización laboral permanente. Hay que abrir los ojos y mirar, nadie puede decir que tenemos una escalada de violencia vinculada con conflictos laborales", agrega.
Acerca de si se siente instigador del movimiento sindical, responde: "Tiene tres características esa insinuación. Uno, es absolutamente falsa. Dos, es interesada, y tanto que proviene de anónimos. Tres, el Ministerio del Trabajo está interesado en que haya un profundo diálogo social entre los trabajadores y sus empleadores. Creemos genuinamente que es la fórmula para resolver estas cosas".
Sobre esto, asegura tajante que el Gobierno no ha intervenido en el contenido de las conversaciones entre Codelco y los subcontratados, ni tampoco este asunto lo ha tratado La Moneda. Afirma que su única gestión ha sido mediar para que las partes se sienten a conversar.
Nadie puede decir que tenemos una escalada de violencia vinculada con conflictos laborales".
Flexibilidad y modelo danés
De la flexibilidad laboral que el Fondo Monetario Internacional propicia para Chile, el ministro Andrade dice que hay que precisar de qué se habla.
La rotación de los trabajadores en Chile es más corta que en países como Dinamarca; el Código del Trabajo contempla jornadas parciales y, cuando se habla de alto costo del despido, el pago real de indemnizaciones es menos del 30% de lo legal, dice el ministro. E incluso propone incorporar a la negociación colectiva el tema de la jornada y que cada empleador la resuelva con su trabajador.
"Sería bueno que el FMI, que por el mundo anda hablando de flexibilidad, que señale de qué habla en el caso de Chile, porque la impresión que tenemos muchos es incluso que en Chile tal vez hay demasiada flexibilidad", agrega.
La flexiguridad -el modelo danés que combina alta flexibilidad del empleo con sistema de seguridad social en la cesantía, que analizó Hacienda- en su opinión es una experiencia interesante.
"Lo que digo es, si el modelo es bueno, traigámoslo completo. Y agrego cuatro cosas: en Dinamarca está sindicalizado más del 80%, negocia más del 90% de los trabajadores sin la intervención del Gobierno, no hay salario mínimo y hagámonos cargo de la carga tributaria que tiene Dinamarca, porque esto hay que financiarlo", enfatiza.
Lecciones de la subcontratación
Había tres objetivos que buscaba la Ley de Subcontratación, dice la autoridad: que se estableciera un vínculo de responsabilidad entre la empresa principal y los trabajadores de sus empresas contratistas; que se generaran estándares de higiene y seguridad para todos los empleados, y que se formalizara la actividad de suministro laboral.
Pero Osvaldo Andrade admite que hubo otro aspecto que quedó en evidencia: "En muchas empresas, como se puede subcontratar el mismo giro de la empresa, trabajadores que realizan similares funciones tienen remuneraciones distintas". ¿Ocurre eso en la mayor empresa estatal? "No es sólo el caso de Codelco", responde. "La Ley de Subcontratación ha puesto en evidencia aquello. Y eso genera una sensación de inequidad que la Conferencia Episcopal pone en un papelito. Eso es verdad. Ahora, la Ley de Subcontratación no va a solucionar aquello. ¿Cómo se soluciona? Negociando".
Nueva negociación colectiva
Cuando dice que la prioridad es mejorar la negociación colectiva en la empresa, el ministro Andrade apunta a que "lo razonable es que los trabajadores negocien con aquellos que se benefician del fruto de su trabajo". Los problemas surgen, en su opinión, cuando los trabajadores vislumbran que una misma empresa se divide abusivamente y los derechos colectivos dejan de ser posibles de ejercitar.
Y alude al caso de una cadena de supermercados que tiene el mismo nombre, los mismos dueños y un balance único, donde los trabajadores no pueden negociar porque cada establecimiento tiene un Rut distinto, en circunstancias que es la misma empresa. "No estamos propiciando una negociación interempresa, sino que haya una negociación, pero en la empresa verdadera", puntualiza. También considera clave la mayor cobertura y mejor calidad y simetría en la negociación, y una escuela sindical para capacitar a los actores.
"Tenemos una buena relación con el movimiento laboral. ¡Si para eso estamos!"
L. Castañeda y E. Olivares
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L. Castañeda y E. Olivares
El ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, descarta de plano que recientes sucesos en el conflicto de Codelco -con daños a la propiedad- y la muerte de un trabajador de Bosques Arauco en mayo pasado impliquen una escalada de violencia en el sector laboral y niega rotundamente que sea instigador del movimiento sindical, como en privado han planteado algunos empresarios.
En esta entrevista, el secretario de Estado plantea otra cosa: debe prevalecer el diálogo, que en materia laboral se cristaliza en una negociación. "Tenemos una buena relación con el movimiento laboral, con los sindicatos, los trabajadores. ¡Si para eso estamos! Eso nos permite promover el diálogo", asegura convencido.
Insiste en que la prioridad en materia de negociación colectiva es mejorar la cobertura y calidad, donde "lo razonable es que los trabajadores negocien con aquellos que se benefician del fruto de ese trabajo".
"El Gobierno ha condenado explícitamente la violencia y ha hecho presentaciones ante los tribunales, que es donde se tienen que investigar, establecer las responsabilidades y sancionar a los autores de los hechos de violencia, en tanto son constitutivos de delito. Y la fuerza pública ha estado permanentemente vinculada, actuando con prudencia, porque tampoco se trata de exacerbar la violencia", dice.
Sostiene que no hay que generalizar a partir de estos casos específicos. La movilización que realizaron esta semana los profesores y anteriormente los trabajadores recolectores de basura y el que más del 80% de los casos que negocian y votan la huelga se resuelven por la mediación de la Dirección del Trabajo, en su opinión confirman que en el país hay pocos conflictos laborales. "En Chile no tenemos una situación de movilización laboral permanente. Hay que abrir los ojos y mirar, nadie puede decir que tenemos una escalada de violencia vinculada con conflictos laborales", agrega.
Acerca de si se siente instigador del movimiento sindical, responde: "Tiene tres características esa insinuación. Uno, es absolutamente falsa. Dos, es interesada, y tanto que proviene de anónimos. Tres, el Ministerio del Trabajo está interesado en que haya un profundo diálogo social entre los trabajadores y sus empleadores. Creemos genuinamente que es la fórmula para resolver estas cosas".
Sobre esto, asegura tajante que el Gobierno no ha intervenido en el contenido de las conversaciones entre Codelco y los subcontratados, ni tampoco este asunto lo ha tratado La Moneda. Afirma que su única gestión ha sido mediar para que las partes se sienten a conversar.
Nadie puede decir que tenemos una escalada de violencia vinculada con conflictos laborales".
Flexibilidad y modelo danés
De la flexibilidad laboral que el Fondo Monetario Internacional propicia para Chile, el ministro Andrade dice que hay que precisar de qué se habla.
La rotación de los trabajadores en Chile es más corta que en países como Dinamarca; el Código del Trabajo contempla jornadas parciales y, cuando se habla de alto costo del despido, el pago real de indemnizaciones es menos del 30% de lo legal, dice el ministro. E incluso propone incorporar a la negociación colectiva el tema de la jornada y que cada empleador la resuelva con su trabajador.
"Sería bueno que el FMI, que por el mundo anda hablando de flexibilidad, que señale de qué habla en el caso de Chile, porque la impresión que tenemos muchos es incluso que en Chile tal vez hay demasiada flexibilidad", agrega.
La flexiguridad -el modelo danés que combina alta flexibilidad del empleo con sistema de seguridad social en la cesantía, que analizó Hacienda- en su opinión es una experiencia interesante.
"Lo que digo es, si el modelo es bueno, traigámoslo completo. Y agrego cuatro cosas: en Dinamarca está sindicalizado más del 80%, negocia más del 90% de los trabajadores sin la intervención del Gobierno, no hay salario mínimo y hagámonos cargo de la carga tributaria que tiene Dinamarca, porque esto hay que financiarlo", enfatiza.
Lecciones de la subcontratación
Había tres objetivos que buscaba la Ley de Subcontratación, dice la autoridad: que se estableciera un vínculo de responsabilidad entre la empresa principal y los trabajadores de sus empresas contratistas; que se generaran estándares de higiene y seguridad para todos los empleados, y que se formalizara la actividad de suministro laboral.
Pero Osvaldo Andrade admite que hubo otro aspecto que quedó en evidencia: "En muchas empresas, como se puede subcontratar el mismo giro de la empresa, trabajadores que realizan similares funciones tienen remuneraciones distintas". ¿Ocurre eso en la mayor empresa estatal? "No es sólo el caso de Codelco", responde. "La Ley de Subcontratación ha puesto en evidencia aquello. Y eso genera una sensación de inequidad que la Conferencia Episcopal pone en un papelito. Eso es verdad. Ahora, la Ley de Subcontratación no va a solucionar aquello. ¿Cómo se soluciona? Negociando".
Nueva negociación colectiva
Cuando dice que la prioridad es mejorar la negociación colectiva en la empresa, el ministro Andrade apunta a que "lo razonable es que los trabajadores negocien con aquellos que se benefician del fruto de su trabajo". Los problemas surgen, en su opinión, cuando los trabajadores vislumbran que una misma empresa se divide abusivamente y los derechos colectivos dejan de ser posibles de ejercitar.
Y alude al caso de una cadena de supermercados que tiene el mismo nombre, los mismos dueños y un balance único, donde los trabajadores no pueden negociar porque cada establecimiento tiene un Rut distinto, en circunstancias que es la misma empresa. "No estamos propiciando una negociación interempresa, sino que haya una negociación, pero en la empresa verdadera", puntualiza. También considera clave la mayor cobertura y mejor calidad y simetría en la negociación, y una escuela sindical para capacitar a los actores.
Saludos
Rodrigo González Fernádez
Renato Sánchez 3586 of. 10
Telefono: 2084334- 5839786
santiago-Chile
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