Aziel Figueroa Betancourt / noticias@laverdad.com
"La experiencia más maravillosa e incomparable que se pueda vivir", "una bendición de Dios", "lo más bello y grande del mundo", "la meta más bonita que puede alcanzar una mujer". Así define un grupo de mujeres lo que para ellas significa ser madre, reto que comparten a diario con el ejercicio de sus profesiones.
Ana Clara Barboza, primera dama de Maracaibo, reconoce que no es fácil armonizar su trabajo con el hogar. La organización es la clave para lograrlo. Asegura que ser madre nunca le aburre porque todos los días surgen nuevas situaciones.
Hace maromas con el tiempo para atender a sus cinco hijos sin descuidar su trabajo. Se rodea de un equipo competente que la ayude a cumplir sus funciones. Su único hijo varón, de 11 años, y sus hijas de 10 meses, cuatro, siete y nueve años, son todo para ella.
"Representan un voto de confianza que Dios nos da. Son las verdaderas huellas que dejamos en la vida. De acuerdo a la formación que les demos cosecharemos buenos o malos frutos. Es muy importante dedicarles tiempo, amor, dinero y energía. Darlo todo. El rol de madre es insustituible".Mamá para la sociedad
Como socióloga y madre a Yusbeida Álvarez le preocupa que cada día sea mayor el número de adolescentes embarazadas. "Traer un hijo al mundo no es como jugar muñecas. Significa levantar a un ser humano. La vida gira en torno a ellos".
Cumple un horario de seis horas en el ambulatorio urbano de Ziruma. Comparte sus tardes entre la atención a sus dos hijos, uno de ocho años y un bebé de tres meses, y las obras sociales en las que colabora junto a la sociedad de damas de caridad del colegio San Vicente de Paúl. "Quiero sacar a mis hijos adelante y que sean profesionales de excelencia".Educar y ser mamá
Thaís de Bijani, primera dama de San Francisco y licenciada en Educación, se llena de orgullo al decir que sus cinco hijos son un regalo de Dios. Considera que ser madre no es un trabajo fácil, sobre todo si se tiene que luchar con las actividades de la casa y de la calle. Sus hijas mayores tienen 29, 26 y 24 años, y los dos menores tienen 19 y nueve años.
"Los más grandes son independientes. Sólo me queda el menor. En la mañana me voy a la oficina y él a su colegio. En la tarde llegamos a la casa y hacemos tareas. Cuando mis otros hijos estaban más pequeños y yo ejercía como directora en el liceo Francisco Ochoa trabajaba medio tiempo, pero igual los ayudaba y los llevaba a todas sus actividades".Son lo primero
Para Mireya Colón de Petit ser madre desplaza a su profesión. "Siempre le digo a mis hijos que si necesitan algo que me lo digan. Estoy dispuesta a dejar lo que esté haciendo para ayudarlos. Ellos están primero y son los más importante después de Dios, porque son una responsabilidad que Él me dio".
Es mamá de dos adolescentes. Imparte clases de tercer grado en el colegio Martín Luther King por las mañanas, y en el liceo nacional Rómulo Gallegos en las tardes. Esta licenciada de 42 años desea que sus hijos tengan buenos principios morales y religiosos. Al llegar a casa en la noche les revisa los cuadernos.Siempre hay tiempo
Entre atender pacientes, clases en la facultad y el cuidado de sus dos hijos transcurre la vida de Mónica García. Tiene 24 años y es enfermera del Hospital Universitario. Su rutina diaria es agotadora porque incluye guardias nocturnas con disponibilidad de 24 horas.
"Ser madre es una experiencia que no se iguala a nada. Cuando voy a los actos del colegio y los veo me muero de la felicidad".Dedicación
Maigualida Villareal es médica de emergencias. Tiene 19 años ejerciendo su profesión. Rechazó propuestas de trabajo fuera de la ciudad por no sacrificar el tiempo de sus hijos. Tiene un varón de 20 años y una hembra de 17, ambos estudiantes universitarios.
"Cuando estaba en casa hacía lo posible por darles todo mi tiempo. Los ayudaba con las tareas y siempre tuve en mente que mis hijos estaban antes que mi profesión. Le aconsejo a mis colegas que se dedican de lleno al trabajo que no descuiden a sus hijos. La medicina no lo es todo, aunque puedan tener mucho dinero. Primero es ser madre que otra cosa".Confianza y comunicación
Para Sheyla Urdaneta, periodista, lo primero es su hija de nueve años. Trabaja y se esfuerza para regalarle una vida "que se parezca lo más posible a la felicidad". Pese al poco tiempo que puede dedicarle por sus ocupaciones, los momentos que comparten son de calidad. Tienen la costumbre de hacer un recuento de todas las actividades que hicieron en el día, para fomentar la confianza y la comunicación.
"Ser madre es una experiencia de vida en la que se aprende y se crece día a día junto a los hijos. Uno vuelve a ser niño, a estudiar matemáticas, a aprenderse las tablas de multiplicar. A veces hacemos las tareas por teléfono o internet, pero al llegar a casa reviso cuaderno por cuaderno"."Es mi motivación"
"Ser madre me cambió la vida. Antes era indiferente pero mi hija trajo sentido a mi vida. Es mi motivación para estudiar y superarme".
Jelaine Reverón tiene 24 años y es madre de una niña de dos. Cursa quinto semestre de Psicología en las mañanas y trabaja en las tardes en una empresa de construcciones. Depende de una guardería para el cuidado diario de su hija. Le dedica su tiempo y atención cuando llega a casa en las noches. Sus padres son su apoyo y quienes la estimulan para que se esfuerce y siga adelante por su pequeña.Calidad y cantidad
Nury Hernández es periodista. Tiene 52 años. Ejerció como corresponsal de diarios nacionales y condujo programas radiales y televisivos. Fue papá y mamá al mismo tiempo. Dice que la ayuda de Dios siempre estuvo de su lado, de no ser por Él no hubiera podido ejercer el rol de madre.
"Tenemos la responsabilidad de brindarle a los hijos calidad pero también cantidad de tiempo, porque los minutos que perdemos hoy no los vamos a recuperar mañana".
"La experiencia más maravillosa e incomparable que se pueda vivir", "una bendición de Dios", "lo más bello y grande del mundo", "la meta más bonita que puede alcanzar una mujer". Así define un grupo de mujeres lo que para ellas significa ser madre, reto que comparten a diario con el ejercicio de sus profesiones.
Ana Clara Barboza, primera dama de Maracaibo, reconoce que no es fácil armonizar su trabajo con el hogar. La organización es la clave para lograrlo. Asegura que ser madre nunca le aburre porque todos los días surgen nuevas situaciones.
Hace maromas con el tiempo para atender a sus cinco hijos sin descuidar su trabajo. Se rodea de un equipo competente que la ayude a cumplir sus funciones. Su único hijo varón, de 11 años, y sus hijas de 10 meses, cuatro, siete y nueve años, son todo para ella.
"Representan un voto de confianza que Dios nos da. Son las verdaderas huellas que dejamos en la vida. De acuerdo a la formación que les demos cosecharemos buenos o malos frutos. Es muy importante dedicarles tiempo, amor, dinero y energía. Darlo todo. El rol de madre es insustituible".
Mamá para la sociedad
Como socióloga y madre a Yusbeida Álvarez le preocupa que cada día sea mayor el número de adolescentes embarazadas. "Traer un hijo al mundo no es como jugar muñecas. Significa levantar a un ser humano. La vida gira en torno a ellos".
Cumple un horario de seis horas en el ambulatorio urbano de Ziruma. Comparte sus tardes entre la atención a sus dos hijos, uno de ocho años y un bebé de tres meses, y las obras sociales en las que colabora junto a la sociedad de damas de caridad del colegio San Vicente de Paúl. "Quiero sacar a mis hijos adelante y que sean profesionales de excelencia".
Educar y ser mamá
Thaís de Bijani, primera dama de San Francisco y licenciada en Educación, se llena de orgullo al decir que sus cinco hijos son un regalo de Dios. Considera que ser madre no es un trabajo fácil, sobre todo si se tiene que luchar con las actividades de la casa y de la calle. Sus hijas mayores tienen 29, 26 y 24 años, y los dos menores tienen 19 y nueve años.
"Los más grandes son independientes. Sólo me queda el menor. En la mañana me voy a la oficina y él a su colegio. En la tarde llegamos a la casa y hacemos tareas. Cuando mis otros hijos estaban más pequeños y yo ejercía como directora en el liceo Francisco Ochoa trabajaba medio tiempo, pero igual los ayudaba y los llevaba a todas sus actividades".
Son lo primero
Para Mireya Colón de Petit ser madre desplaza a su profesión. "Siempre le digo a mis hijos que si necesitan algo que me lo digan. Estoy dispuesta a dejar lo que esté haciendo para ayudarlos. Ellos están primero y son los más importante después de Dios, porque son una responsabilidad que Él me dio".
Es mamá de dos adolescentes. Imparte clases de tercer grado en el colegio Martín Luther King por las mañanas, y en el liceo nacional Rómulo Gallegos en las tardes. Esta licenciada de 42 años desea que sus hijos tengan buenos principios morales y religiosos. Al llegar a casa en la noche les revisa los cuadernos.
Siempre hay tiempo
Entre atender pacientes, clases en la facultad y el cuidado de sus dos hijos transcurre la vida de Mónica García. Tiene 24 años y es enfermera del Hospital Universitario. Su rutina diaria es agotadora porque incluye guardias nocturnas con disponibilidad de 24 horas.
"Ser madre es una experiencia que no se iguala a nada. Cuando voy a los actos del colegio y los veo me muero de la felicidad".
Dedicación
Maigualida Villareal es médica de emergencias. Tiene 19 años ejerciendo su profesión. Rechazó propuestas de trabajo fuera de la ciudad por no sacrificar el tiempo de sus hijos. Tiene un varón de 20 años y una hembra de 17, ambos estudiantes universitarios.
"Cuando estaba en casa hacía lo posible por darles todo mi tiempo. Los ayudaba con las tareas y siempre tuve en mente que mis hijos estaban antes que mi profesión. Le aconsejo a mis colegas que se dedican de lleno al trabajo que no descuiden a sus hijos. La medicina no lo es todo, aunque puedan tener mucho dinero. Primero es ser madre que otra cosa".
Confianza y comunicación
Para Sheyla Urdaneta, periodista, lo primero es su hija de nueve años. Trabaja y se esfuerza para regalarle una vida "que se parezca lo más posible a la felicidad". Pese al poco tiempo que puede dedicarle por sus ocupaciones, los momentos que comparten son de calidad. Tienen la costumbre de hacer un recuento de todas las actividades que hicieron en el día, para fomentar la confianza y la comunicación.
"Ser madre es una experiencia de vida en la que se aprende y se crece día a día junto a los hijos. Uno vuelve a ser niño, a estudiar matemáticas, a aprenderse las tablas de multiplicar. A veces hacemos las tareas por teléfono o internet, pero al llegar a casa reviso cuaderno por cuaderno".
"Es mi motivación"
"Ser madre me cambió la vida. Antes era indiferente pero mi hija trajo sentido a mi vida. Es mi motivación para estudiar y superarme".
Jelaine Reverón tiene 24 años y es madre de una niña de dos. Cursa quinto semestre de Psicología en las mañanas y trabaja en las tardes en una empresa de construcciones. Depende de una guardería para el cuidado diario de su hija. Le dedica su tiempo y atención cuando llega a casa en las noches. Sus padres son su apoyo y quienes la estimulan para que se esfuerce y siga adelante por su pequeña.
Calidad y cantidad
Nury Hernández es periodista. Tiene 52 años. Ejerció como corresponsal de diarios nacionales y condujo programas radiales y televisivos. Fue papá y mamá al mismo tiempo. Dice que la ayuda de Dios siempre estuvo de su lado, de no ser por Él no hubiera podido ejercer el rol de madre.
"Tenemos la responsabilidad de brindarle a los hijos calidad pero también cantidad de tiempo, porque los minutos que perdemos hoy no los vamos a recuperar mañana".
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