esta noticia lo explica todo en materia de energia . Hay que tomar resguardos y experiencia....
El país carece de energía para sostener el crecimiento económico
| La crisis energética vuelve a ser noticia, y lo seguirá siendo por mucho tiempo. |
En esta cuestión no hay forma de disfrazar la realidad: sin gas, petróleo ni electricidad suficientes, la economía del país no puede funcionar. Tampoco se resolverá con discursos de alto contenido ideológico ni con excusas, por bien presentadas que se encuentren. Queda en claro que, con las carencias del momento, será imposible sostener en el tiempo la prosperidad de estos días.
Está comprobado que por cada punto de aumento del Producto Bruto del país es necesario incrementar en igual proporción la provisión de energía, porque sin ella no funcionan el campo, la industria ni los servicios.
La actividad económica ha crecido el 45 por ciento desde el colapso de 2001, pero no como resultado de un proyecto de desarrollo, sino por una serie de factores externos favorables, como la demanda de cereales y oleaginosas que incrementaron notablemente los ingresos fiscales.
Sin embargo, la devaluación de la moneda exige un sinceramiento: no se puede pretender que los productos mantengan su precio artificialmente y, si esto es necesario para no causar graves daños a las economías domésticas, es indispensable disponer un sistema de subsidios.
De lo contrario, ningún empresario va a retirar su capital de la seguridad de los bancos extranjeros para invertirlo a pérdida. De hecho, los grandes capitales petroleros encuentran hoy mayor atractivo en la explotación de yacimientos del convulsionado Oriente Medio que en nuestro país.
Las empresas hidrocarburíferas no invierten en exploración desde hace una década, por lo cual las reservas disponibles de gas y de petróleo han caído drásticamente y no permiten proyectar que el crecimiento se mantenga en el futuro, a menos que se importe. En el caso del gas, los datos son concluyentes: nuestro país paga a Bolivia el triple del precio que autoriza a cobrar por el fluido que se extrae en el país. Invertir en este rubro representa, claramente, un mal negocio cuyas consecuencias las paga la población, ya que del gas dependen la economía doméstica, la generación eléctrica y la actividad industrial.
La desinversión es también la causa del faltante de gasoil. Las refinerías argentinas no pueden producir ni un litro más y por eso, al aumentar la demanda por razones estacionales, se afectan las cosechas, las actividades de siembra y el transporte.
Es importante admitir que el país padece una crisis energética, ya que negarlo es esconder el problema. Para resolverla, es necesario sincerar también la relación entre costos y precios y no buscar encubrimientos demagógicos.
Frenar el aumento del gas natural domiciliario y aumentarlo a la industria es un engaño, porque tarde o temprano también la gente pagará ese aumento. Mantener carísimas las garrafas y congelado el gas natural es particularmente perjudicial para los sectores socialmente excluidos. Mantener el gas, la electricidad y el gasoil baratos a pesar de los precios internacionales es un engaño, ya que esos productos irán desapareciendo del mercado interno y habrá que importarlos a cualquier precio.
Pero lo más grave es que el crecimiento económico, que constituye uno de los mayores logros del actual gobierno nacional, no se podrá mantener en el tiempo si no se ejecutan fuertes inversiones en infraestructura y, en particular, en energía.
No basta con atribuir al frío la falta de estos insumos básicos. No hay energía porque el crecimiento fue inercial y no estuvo acompañado de una serie de medidas indispensables para apuntalarlo. Ahora es cuestión de poner ya en marcha lo que no se hizo antes, pero sabiendo que las carencias no se resolverán con parches, con discursos ni con promesas, sino con políticas públicas a largo plazo.
No comments:
Post a Comment